Son tiempos duros para la agricultura y la ganadería. Este pasado lunes conocimos la matanza que varios perros provocaron en una explotación de ovejas de Llucmajor, justo coincidiendo con los conatos violentos de interrupción del pleno en el Ayuntamiento de Lorca (Murcia) por parte de personas que tienen en el sector primario su forma de vida. En este contexto un ganadero mallorquín, Jaume Coll, ha compartido un vídeo en Facebook que ha llegado a miles de usuarios a través de las redes sociales. La premisa que desliza ya desde su título es más que elocuente: la pagesia no se muere, la están matando.
En apenas dos minutos este profesional del campo mallorquín que trabaja en Alaró deja claro que las cifras que dan los medios de comunicación no cuantifican la magnitud de un problema que viene de lejos, y con el que las personas en fora vila se ven obligados a lidiar «prácticamente cada semana: perros que matan ovejas». «¿Dónde están los animalistas? Porque yo no los veo por ningún lado», menciona el pagés.
Coll cree que no es admisible clasificar estos hechos de «accidente». «Esto no ha sido un accidente» enfatiza mirando a la cámara, y afirma que si sus ovejas entraran en casa de los animalistas y mataran a su perro «otro gallo cantaría». «¿Y las ovejas, no tiene sensibilidad?» se pregunta retóricamente el productor mallorquín, recordando que la nueva ley estatal dota a las mascotas de una mayor protección, de la que según su parecer carecen los animales de las explotaciones ganaderas, expuestos a ataques brutales como el vivido en las últimas horas en el Migjorn mallorquín.
«La pagesia no muere. Se está matando aposta porque no interesa que haya payeses por aquí, interesa que haya jardineros». Su pronóstico para el campo de Mallorca no es halagüeño: «cuando los políticos se den cuenta ya será tarde».
Se trata de un posicionamiento en la línea de otros expresados anteriormente por el sector ganadero balear. Por ejemplo, Pep Barceló, un joven payés al que unos perros arrebataron una veintena de cabezas de ovino en junio del año pasado en Selva confesaba a Ultima Hora que «se te quitan las ganas de todo». En aquel momento el gerente de Asaja, Joan Simonet, reconoció que la situación es recurrente en Mallorca y se produce, según su parecer, por dejadez de los dueños de los perros, que se desentienden de su estado y de sus cuidados y no los vigilan como correspondería.
La Policía Local de Llucmajor y el Seprona de la Guardia Civil investigan este último caso de ataque contra una guarda de ovejas en el interior de una finca privada, situada en este caso en el Camí de Galdent, a unos tres kilómetros del casco urbano llucmajorer.