Agentes de la Policía Local de Llucmajor y el Seprona de la Guardia Civil se han hecho cargo de la investigación de la muerte de más de 60 ovejas del interior de una finca de Llucmajor. A las 05:30 horas de la madrugada de este lunes, el propietario de una finca, ubicada en el Camí de Galdent, a unos tres kilómetros del casco urbano, llamó a la policía para informar de la matanza.
Al llegar los equipos de emergencia se encontraron una escena dantesca. Animales muertos, otros heridos y sangre por todo. Además, muchas de las ovejas estaban agonizando con fuertes gemidos. Rápidamente, se desplazaron hasta el lugar varias dotaciones de la Policía Local y un veterinario. El balance de la matanza fue de: 65 ovejas muertas, 25 heridas y otro tanto sin determinar desaparecidas.
En un principio, uno de los vecinos de la finca declaró que a su llegada vio a tres perros, uno de ellos de gran tamaño, matando a los animales. Que al intentar evitarlo, los perros le intentaron atacar y desistió para no poner en riesgo su vida. En estos momentos, la Policía Local, Benemérita y técnicos de la Conselleria d'Agricultura tratan de localizar a los canes y al propietario de los mismos. Los daños son muy cuantiosos y además, hay que tener presente que la gran mayoría de las ovejas estaban embarazadas y a punto de dar a luz. El propietario de la finca está totalmente desolado dado que serán necesarios al menos dos años para recuperar este duro golpe.
Hasta el lugar del suceso se desplazó Guillem Roig, regidor de Urbanismo y Medio ambiente, quien estuvo en todo momento apoyando al dueño de la finca en estos duros momentos. «Desde el Ayuntamiento queremos mostrar nuestro apoyo al propietario del rebaño y hemos dado instrucciones a la Policía Local para que haga todo lo posible para localizar al dueño de los canes y que se haga cargo de los daños ocasionados», concluye.