Vecinos de la urbanización de Alcúdia conocida como Es Corral d'en Bennàssar y deportistas que practican deportes acuáticos en la zona se están movilizando para impedir la construcción de un ‘beach club' que invadiría una parte de la zona de baño y de rocas situada junto al antiguo nido de ametralladoras.
Los vecinos afectados por este proyecto han mostrado su indignación por no haber sabido de su existencia hasta ahora, cuando lleva más de un año en tramitación y la Demarcación de Costas en Balears ya lo ha remitido a Madrid para su estudio. «Nadie nos informó y no hemos tenido ninguna oportunidad de presentar alegaciones; es una auténtica aberración, invadir esta pequeña calita con pantalanes flotantes, mesas, sillas, sombrillas y hamacas en lo que ahora es una pequeña zona natural», señalan propietarios de las viviendas situadas junto a estas parcelas.
Por sorpresa
La existencia de este proyecto fue dada a conocer el martes por los vecinos y por Podemos Alcúdia. De inmediato, los residentes han reactivado la Asociación de Vecinos que tenían constituida para otros fines y se organizan para tratar de frenar este desarrollo, al tiempo que lamentan que «al Ajuntament d'Alcúdia se le haya pasado por alto, pues el proyecto del ‘beach club' formaba parte de un listado de unas 40 concesiones solicitadas a Costas - básicamente pequeños muelles que se usan en verano - y entre ellas había cuatro en las que el promotor era el propio Ajuntament».
Los residentes, muchos de los cuales llevan generaciones veraneando en esta playa de rocas, consideran que «un beach club empeorará las condiciones en un rincón ya saturado entre bañistas, caravanas y surfistas», señalan. Los aficionados al surf, un deporte habitual en el Corral d'en Bennàssar y en toda la línea de costa hacia el Port de Pollença por sus vientos, también lamentan que «nos quieren dejar sin uno de los pocos sitios que quedan ya libres para poder practicar este deporte».
La alcaldesa de Alcúdia, Bàrbara Rebassa (PSOE) reconoce que el equipo de gobierno también desconocía este proyecto, y asegura que «lucharemos con los vecinos y todos los recursos legales posibles para evitar este proyecto, al cual nos oponemos rotundamente». Rebassa añade que «queremos la calita tal y como está».
El proyecto del Beach Club Barcarès, promovido por Rafel Garau, prevé convertir el nido de ametralladoras en un restaurante con 20 mesas y 80 sillas; además incluye una plataforma de madera con 60 hamacas, 30 sombrillas y un pantalán flotante para meterse en el agua; y sobre la estrecha cala, ocuparía 500 m2 con 100 hamacas, 50 sombrillas y un chiringuito. En total ocuparía 887 m2, 863,5 de los cuales en tierra y otros 24 m2 sobre el mar.
Podemos destaca que los promotores guardan relación con Costas
Podemos Alcúdia ha rechazado este proyecto que «desnaturaliza la playa de Es Corral d'en Bennàssar» y ha solicitado a la Demarcación de Costas y al Ajuntament d'Alcúdia los antecedentes de su tramitación. Tambien se muestra sorprendido de que el promotor sea Rafel Garau, hijo del anterior Jefe de Costas, Antonio Garau.
La alcaldesa dice que se opondrá rotundamente y acudirá a Costas
La alcaldesa, Bàrbara Rebassa, admite su sorpresa y estupor ante este proyecto que «desconocía, pues se tramitó en mayo de 2019, en plena campaña electoral». Rebassa anuncia que su equipo de gobierno se opone rotundamente a este proyecto y que buscará si en su momento el Ajuntament tuvo conocimiento.
El GOB pone en valor el estado natural del ecosistema
El grupo ecologista advierte de que unas instalacones del estilo de un Beach Club como el que promueve la empresa Barcarès Beach Club S.L. causarían un impacto ambiental negativo sobre el terreno, actualmente formado por una zona rocosa en estado natural. La playa no cuenta con ningún tipo de servicios.
La aberración real es ver esa concatenación de casitas a apenas 15m de costa. Eso es lo que se ha cargado el entorno. Además ssos vecinos han creido siempre que esa zona de la isla les pertenece. Se quejan de windsurfistas y de cualquiera que quiera ir a darse un baño y no es de la zona. Eso sí, colocar de forma ilegal medio centenar de muertos para fondear sus barquitas, eso no, eso está correcto. Si les dieran permiso para reconstruir los viejos pantalanes de hormigón aplauidirian con las orejas, los mismo vecin@s que ahora ponen el grito en el cielo. El proyecto, según se detalla, no parece tener impacto ambiental, la mayoria son instalaciones no fijas. Pero sus casas no , esas van a quedar allí por los tiempos de los tiempos. En cuanto a los entremanejes politicos y de influencias no conozco el tema, si lo hay.