Las obras de construcción de la autopista entre Campos y Llucmajor están provocando muchos quebraderos de cabeza a cientos de conductores. La limitación de un tramo de la vía a 40 kilómetros hora está provocando continuas retenciones.
El tramo en obras está mayoritariamente señalizado para circular a 60 km/h, pero en algunos casos la velocidad máxima es de 40 km/h, una situación que muchos conductores habituales de la vía consideran «ridícula». Y es que, de momento, las obras no afectan en absoluto a la zona de calzada actual, exceptuando el primer tramo de vía más cercano a Campos. En la zona de autopista, la maquinaria pesada está realizando movimiento de tierras para preparar el terreno que acogerá los nuevos carriles de circulación.
Estas limitaciones a 40 km/h provocan tráfico muy lento, casi parado a ratos, y lo que es más peligroso, que algunos conductores pierden la paciencia y adelantan en línea continua poniendo en peligro a los demás usuarios. Otra de las críticas de los conductores es que, curiosamente, uno de los tramos donde se obliga a circular es donde está el radar fijo, hecho que algunos relacionan con un «afán recaudatorio, si no es así, es incomprensible», comentan indignados algunos usuarios diarios de la carretera.
Por otra parte, algunas asociaciones de transportistas han manifestado su «preocupación» por estas limitaciones tan severas mientras las obras no afectan a la actual carretera. Pronostican un aumento de las retenciones cuando llegue el verano.