La finca pública de Binifaldó será recuperada medioambientalmente gracias al impuesto de turismo sostenible. La vicepresidenta del Govern, Bel Busquets, y el conseller de Medi Ambient, Vicenç Vidal, visitaron ayer la zona junto al alcalde de Escorca, Antoni Solivellas, para dar a conocer el proyecto que supondrá el derribo de la parte más moderna de la antigua embotelladora.
El proyecto se ejecutará en los próximos meses y contará con un presupuesto de 503.941 euros, financiados a través del impuesto de turismo sostenible.
Además de la desaparición de buena parte de la nave de la antigua embotelladora se descontaminará y se recuperará medioambientalmente la zona, además de adecuar el principio de la subida al Puig Tomir para hacerlo más seguro y accesible.
Bel Busquets subrayó el hecho de que «de los 200 millones de euros que hemos podido recaudar gracias a las aportaciones de nuestros visitantes desde el verano de 2016, hemos invertido la mitad en proyectos medioambientales».
El conseller Vidal resaltó que «en el marco incomparable de la Serra de Tramuntana tenemos un impacto ambiental muy fuerte y nuestra obligación es restaurarlo y recuperar un hábitat singular como es el del este encinar con una fuente que da agua de primera calidad».
Una vez derribada la nave de unos 1.200 metros cuadrados se retirará el hormigón existente y se restaurará la casa vieja para dedicarla a un refugio de montaña. Además se acompañará el camino de subida al Puig Tomir y se recuperará la naturalidad de la zona, plantando las especies propias del encinar de montaña.
El talud de la construcción se mantendrá para evitar el avance del arrastradero situado en la parte superior de la embotelladora y así soportar dos depósitos de agua existentes.