La falta de voluntarios y de relevos ha acabado con la celebración del Davallament de Sant Joan y con la procesión del Viernes Santo. Así lo ha anunciado la organización de este evento, tras 26 años interpretando la pasión de Jesús en el Puig de Consolació con gran éxito de público y que aglutinaba a 200 personas entre actores y ayudantes en el acto.
El portavoz de la asociación y a la vez regidor de Fiestas del Ajuntament, Josué Gayà, ha aclarado que la decisión se debe «a la falta de gente y responsables para estar al frente de esta iniciativa». La decisión también dejará al pueblo sin procesión del Viernes Santo, ya que ésta se iniciaba desde Consolació una vez acabado el Davallament. «Se había especulado con que la procesión se realizara por el núcleo urbano, pero finalmente se ha descartado. Si no hay cambios de última hora también se suspenderá», afirmó Gayà.
Las razones para no celebrar el Davallament son las propias de una sociedad cambiante. «Llega un punto en el que no hay que obligar a nadie para que participe. Cuando celebramos el 25 aniversario el tema ya estaba en el ambiente. Había que buscar relevos ante la falta de gente. Por diferentes motivos la gente se ha ido desvinculando para atender nuevas obligaciones o por otras cuestiones», explicó el portavoz de la entidad.
El Davallament, además de su discurso crítico y adaptado al momento actual, destacó en 2011 por un polémico calendario en el que los actores posaron desnudos para recaudar fondos.