La ciudad de Inca empieza a dejar atrás las consecuencias de la crisis económica y el sector de la construcción se ha reactivado durante el último año 2017 durante el que se han incrementado la solicitud de licencias de obra mayor en un 100 % con respecto al 2016.
Pero el crecimiento económico de la capital del Raiguer no solo se centra en el sector del ladrillo. Desde el Ajuntament d'Inca facilitaron que alrededor de 50 nuevos negocios han tramitado la pertinente licencia de actividad en los último seis meses.
Más ingresos municipales
Evidentemente, este impulso al mundo de la construcción y comercial que vive Inca actualmente repercute favorablemente en las arcas municipales. El alcalde de la ciudad, Virgilio Moreno, explica que «cuantas más peticiones de licencias de obra y actividad haya en el Ajuntament, más ingresos tendremos para destinarlos a la mejora de la ciudad».
De hecho, Moreno indicó que el gran volumen de trabajo que se vive ahora en el área de Urbanismo municipal explica que durante el año pasado se contratara un nuevo arquitecto municipal, contratación que fue criticada por el PP.
A pesar del gran aumento de peticiones de obra mayor, la mayoría de propietarios optan por reformar sus viviendas.
Para el año 2018, el Ajuntament d'Inca prevé continuar con esta mejora y reactivación de la economía local. De hecho, en los últimos meses también se ha notado mucho interés por parte de empresarios que querer instalarse en la ciudad. Una prueba de ello es que Inca no dispone casi de suelo industrial. «En el polígono solo hay dos solares vacíos», indica el alcalde Moreno.
La buena ubicación de la ciudad (que está en el centro entre Palma y Alcúdia) y las buenas conexiones de las que dispone (la autopista pasa rozando el núcleo urbano) ayudan a colocar Inca en el mapa de la reactivación económica y de la construcción de Mallorca.