El nuevo gobierno de Lloseta, formado por los cuatro regidores del PSOE y los dos de MÉS –uno por debajo de la mayoría absoluta–, tratará de alcanzar acuerdos puntuales con los otros grupos políticos (PP, SI, PI y las dos regidoras no adscritas) pero descarta incorporarles al ejecutivo. Su objetivo es agotar la legislatura en minoría. Esta es una de las ideas que recoge el pacto de gobierno alcanzado por el PSOE y MÉS, rubricado y hecho público anoche en la biblioteca Reynés Ramon.
El pacto entre ecosoberanistas y socialistas responde a la necesidad de acabar con la inestabilidad que ha caracterizado la política llosetina los últimos meses, desde que afloraron las diferencias entre el exalcalde Tolo Moyà (PI) y el resto de regidores hasta la investidura del Chema Muñoz (PSOE) como alcalde.
Los socialistas han dicho por activa y por pasiva que no pactarían con los Socialistes Indpendents de Pepi González, mientras que MÉS descarta alcanzar acuerdos estables con el PI. Ambos rechazan también acuerdos de estabilidad con el PP o con las regidoras no adscritas (las ex del PI Paquita Campins y Margalida Villalonga).
Tanto el alcalde Muñoz como Joan Servera (Més), que en adelante será teniente de alcalde, se mostraron satisfechos con el pacto. «Seis (regidores) son más que cuatro. Ahora habrá más gente trabajando para el pueblo, que es lo que debemos hacer», manifestó Muñoz.