La nueva marina seca de Alcúdia prestará el servicio de izada, varada, guarda y custodia de hasta setenta embarcaciones, aunque no podrá repararlas.
El futuro concesionario podrá conservar, derruir o ampliar las edificaciones existentes en la zona e incluso edificar nuevos volúmenes, siempre que no se ubiquen en el área boscosa, dado que el Plan Especial aprobado, permite una mayor edificabilidad de la que existe en estos momentos.
Así lo confirmó este martes la Autoritat Portuària, que, no obstante, asegura que la filosofía del concurso por el que saldrá a explotación este espacio (30.139 metros cuadrados ampliables de terreno y 11.882 metros cuadrados de lámina de agua) que discurre entre la estación marítima y el muelle de pescadores, es la de «dar solución a la interrelación ciudad puerto a lo largo del ámbito de actuación y estudiar la permeabilidad entre ambos».
La Autoritat Portuària afirma que el pliego de condiciones que regirá el concurso de explotación, a pesar del acuerdo firmado en 2004 con el Ajuntament d'Alcúdia por el que el Consistorio tenía derecho a ocupar este espacio durante veinte años, marca que el concesionario «proponer la reordenación de la totalidad de los espacios afectos a la superficie a concesionar, siendo uno de los objetivos dar continuidad al paseo marítimo desde la zona de Alcudiamar hasta la estación marítima ubicada en los muelles comerciales».
Indica que «esta nueva ordenación deberá integrar esta zona portuaria en su entorno urbano adyacente eliminando o minimizando las barreras que actualmente los sectorizan e incomunican».
A la oposición en el Ajuntament d'Alcúdia le preocupa cómo se mejorará la conectividad puerto ciudad y se prolongará el paseo si se sitúa una marina seca en la explanada.