Como no podía ser de otra forma, el Pla de Mallorca amaneció ayer con la huella 'inocente' de los jóvenes. La madrugada del 28 de diciembre los quintos, año tras año, llevan a cabo algunas acciones ya sean reivindicativas o en su mayoría gamberradas como una tradición enmarcada en la festividad de los Santos Inocentes. Balas de paja, carteles, suciedad o puertas tapiadas fueron las bromas de este año.
Los quintos tienen entre 18 y 20 años. Ayer Petra, Montuïri, Sant Joan, Lloret de Vistalegre, Maria y Sineu, entre otras localidades, fueron víctimas de las quintadas que en esta ocasión fueron más tranquilas.
En Sant Joan, dejaron excrementos de vaca ante la puerta del Ajuntament con un letrero en el que se podía leer 'Això és una casa de putes sense llum'. En el resto de plazas principales y ante la iglesia se colocó papel higiénico y se acordonó con cinta. En Montuiri se tapió la entrada al Ajuntament con bloques de cemento. Por su parte, en Petra, se pusieron barreras y paja en las entradas a la localidad, se vistió al Pare Serra de pescador, con caña, y se le quitó la cruz y se colocaron gallinas en el Claustro del Ajuntament. Los quintos inscribieron también sus nombres sobre el asfalto.
En Sineu encerraron una manada de ocas en un corral improvisado en la plaza de l'Església, además de esparcir paja y ramas en otros espacios públicos. En Lloret tapiaron el portal del Ajuntament, decoraron a su modo un parque infantil y cerraron el pozo con vallas. El vandalismo fue de baja intensidad, gracioso.