Un año más, la feria de Algaida demostró su excelente estado de salud. Miles de personas desfilaron por las principales calles del pueblo, en una muestra que destacó por su carácter artesanal y por la gastronomía.
La plaza y sus calles adyacentes fueron un gran expositor de un amplio abanico de propuestas sobre todo dedicadas a los comercios de la localidad, así como a los productos tradicionales.
También se pudo encontrar una muestra de comercio justo e iniciativas de cooperación con una exposición y venta de productos alternativos para un consumo responsable. No faltó la muestra de vehículos y coches antiguos a cargo de la Associació Amics dels Vehicles Clàssics i Antics d'Algaida, Pina i Randa; así como la exposición de animales en la calle sa Serradora.
Pero lo que realmente demostró éxito fueron los productos de temporada de otoño o las primeras harinas de cereales autóctonos de la Isla.
Paralelamente, los restaurantes del núcleo continuaraon con los actos de la Mostra Gastronòmica, que, año tras año, cosecha nuevos éxitos de visitantes.
Con todo, una gran feria que se alargó hasta bien entrada la tarde.