«La decisión se ha demorado demasiado. Nosotros hace mucho tiempo que pedimos que nos expulsen. Desde el primer momento mostramos nuestra convicción y nuestro firme apoyo al alcalde Antoni Pastor. A partir de aquí deberían haber actuado antes». Y lanzaba una pregunta: «¿A qué esperaban?».
Así manifestaba Francesca Rufiandis, regidora de Cultura del Ajuntament, el sentir general de los siete ediles que han sido expedientados por el Partido Popular.
El Comité de Derechos y Garantías comunicó ayer la suspensión cautelar de los regidores al considerar como hechos «muy graves» que hubieran apoyado una reestructuración del equipo de gobierno así como una modificación de las delegaciones, entre otras cuestiones.
Rufiandis defendió que «lo que me parece muy grave es la actuación de los tres ediles, que ahora han sido expulsados, al no asistir a las reuniones de los órganos colegiados que representaban y abstenerse en las votaciones».
Añadía que «personalmente me siento legitimada para continuar y seguir trabajando en beneficio de los ciudadanos. En el Ajuntament hay mucho trabajo que sacar adelante y en ello tenemos que concentrarnos» .
A la vez entiende que «lo que querían era que dimitiéramos para quedar como grupo no adscrito. Que nos expulsen y nos vamos al grupo mixto. Si lo que quieren es el nombre del grupo municipal lo tendrán».