La Mancomunitat del Pla vive cada mes al límite, ahogado entre sus gastos y sus deudas. «No podemos pasar más meses de esta manera, cada mes llegamos al final sin poder pagar, no podem afegir al banyat, això se'n va a n'orris », señala el presidente de la Mancomunitat, Antoni Mulet.
Ayer, y con la unanimidad de los alcaldes de los 14 municipios del Pla se decidió realizar «una reestructuración de los servicios. Adaptarnos a la realidad», señala Mulet por ello a partir de ahora la administración de la Mancomunitat pasa de contar con cuatro personas y el gerente a tener un sola persona junto al gerente. En los servicios sociales hasta el momento se contaba con cinco personas dependientes de la Mancomunitat y dos del Govern y ahora se dejará el servicio en cinco personas. Y por lo que se refiere a los educadores a partir de ahora los municipios del Pla se quedarán en dos personas frente a las cuatro que había hasta ahora.
Unanimidad
La situación económica de la Mancomunitat es muy grave «no podíamos mantener la estructura actual y después de una reunión con todos los miembros decidimos la reestructuración. Por ello hemos actuado siguiendo un orden de antigüedad a la hora de despedir a los empleados».
La disminución de subvenciones, la desaparición de programas o la gestión de los recibos de basuras por parte de cada municipio han provocado un descenso del trabajo y a la vez el despedido de los trabajadores como consecuencia de la reestructuración señalada por su presidente.
Hasta el momento la Mancomunitat también se hacía cargo de servicios que corresponden a administraciones superiores una situación que para Mulet «de ninguna manera la Mancomunitat puede mantener».
Y es que ya hace algunos años que la situación económica de la Mancomunitat tiene una difícil papeleta, y los esfuerzos de todos los grupos políticos presentes en ella, parecen no dar con la solución definitiva.