Reduciremos al máximo las horas extras del personal y las que se tengan que hacer por necesidad se cambiarán por días libres en lugar de pagarlas». Así lo explicó ayer el alcalde de Inca, Rafel Torres, que dio a conocer nuevas medidas impulsadas con el objetivo de reducir los gastos municipales en un millón de euros cada año.
Torres, que estuvo acompañado por los regidores Felip Jerez y Antonio Aguilar, manifestó que «nuestra prioridad es garantizar el pago de las nóminas de los trabajadores y de los proveedores».
Además, el alcalde también destacó que «cumpliremos con nuestro programa electoral y las partidas del Serveis Socials y Formació i Ocupació no sufrirán ningún recorte. Los recortes se aplicarán a otros gastos que, a pesar de ser necesarios, no son prioritarios».
Enmarcada dentro de las medidas se encuentra la nueva central de compras. «Se ha destinado un funcionario a realizar los procedimientos internos de la central de compras que supondrá un ahorro de 150.000 euros», según Torres.
Recorte
El alcalde también dijo que se han amortizado tres plazas de funcionarios que suponen un ahorro de 100.000 euros y se ha cerrado el Ajuntament por las tardes.
Por otro lado, Rafel Torres recordó que «la situación económica de Inca es difícil pero no dramática» y puntualizó que «algunos vecinos de la ciudad deben cerca de un millón de euros en concepto de tasas e impuestos a las arcas municipales».