Las obras que se ejecutan desde finales de año en la plaza del municipio se han paralizado por orden judicial al hallarse restos humanos y de cerámica en esta zona. Una vecina de la localidad denunció este fin de semana en el juzgado de guardia la aparición de estos restos en las obras que se realizan en el centro, al lado de la Iglesia, por lo que el juez decidió ayer suspender cautelarmente el proyecto. Acto seguido, la Guardia Civil precintó la zona. El hallazgo de huesos, sin embargo, no ha sorprendido a los responsables municipales. De hecho, según explicó ayer el concejal Guillem Riera (UM) a este diario, en este enclave hubo un cementerio hasta 1916 en que se construyó el actual camposanto, situado a la entrada del municipio. «En concreto, se han localizado dos huesos de pequeño tamaño, junto con otro tipo de material cerámico y, en principio, no creemos que tengan un valor especial», indicó.
Ayer mismo, se trasladó a Bunyola un equipo de arqueólogos del Consell, pero no pudieron acceder al lugar del hallazgo al no tener orden judicial. El permiso ya se ha conseguido y hoy está previsto que vuelvan para realizar una primera inspección. Las obras, que comenzaron a finales de noviembre, consisten en la ampliación de la plaza y el adoquinado de todo el entorno incluida la carretera. En estos momentos, se trabaja en la zona de carretera donde se ha producido el hallazgo y, por ese motivo, se cortó el tráfico en la vía.
En breve, las obras continuarán en la plaza, justo al lado de la iglesia, donde también es previsible que aparezcan restos humanos. «El cementerio estaba localizado en esta parte y ya hace 30 años cuando se embaldosó la plaza aparecieron huesos», asegura Riera. Las obras han causado malestar en el municipio, ya que ha sido necesario cortar el tráfico de la carretera con las consiguientes molestias que esto supone para los vecinos. Los comerciantes también se han quejado de que han descendido las ventas.