El presidente de la Associació de Propietaris de Finques Rústiques, Fernando Fortuny, ha manifestado que «si alguien me pone la zancadilla, me iré», aludiendo a la oposición que han mostrado algunos propietarios a la Llei de Conservació d'Espais de Rellevància Ambiental, que elabora la Conselleria de Medi Ambient.
La división entre propietarios se puso de manifiesto el pasado lunes, cuando, en una reunión con el conseller Jaume Font y la directora general de Biodiversitat, Joana Xamena, algunos titulares de tierras, entre ellos el ex president del Govern Gabriel Cañellas, expresaron un rotundo rechazo al texto legislativo que regulará la protección de espacios naturales.
Elaboración
Según Fortuny, «no podemos mirar hacia otro lado ante las
normativas europeas y la propia presión social en demanda de
protección. La regulación de los espacios naturales es una cuestión
que se lleva arrastrando demasiados años y ha llegado el momento de
que todos, Administración y propietarios, nos pongamos de acuerdo
para elaborar una ley que no nos perjudique. Y si se produce alguna
incidencia negativa, que al menos puedan establecerse sistemas de
compensación».
El presidente de los propietarios declara que «mi labor consiste en conducir por buen camino los contactos con la Administración en este sentido, pero si compruebo que alguien me está poniendo la zancadilla, me iré».
Para Fernando Fortuny, «nuestra máxima preocupación es que la ley refleje nuestras aspiraciones, teniendo en cuenta que es imposible contentar a todos, y que las dotaciones económicas para compensarnos por la conservación que ejercemos sean suficientes».