La alcaldesa de Andratx, Margalida Moner (PP), anunció al finalizar el pleno del pasado viernes que el Ajuntament se dirigirá al Govern de les Illes Balears de forma oficial para exigir la inmediata construcción de la variante sur. «Estamos hartos de esperar esta intervención», señaló la batlessa, que además reivindicó la ejecución del proyecto diseñado en 1999, consistente en la construcción de un paso subterráneo por debajo de la actual carretera, al entender que esta propuesta produce un impacto ambiental menor que el proyecto sobre el que trabaja actualmente la Conselleria d'Obres Públiques, consistente en la construcción de una rotonda en la entrada del pueblo y que prevé taludes de hasta nueve metros de altura para salvar el desnivel.
El grupo municipal de UM, en la oposición, anunció en el pleno que ofrece todo su apoyo a la reivindicación municipal. «Se trata de un tema de interés general», indicó el portavoz de UM, Josep Bestard, «que está por encima de colores políticos». La variante sur afecta mayoritariamente a la finca de Son Esteve, motivo por el que sus propietarios han presentado diversas alegaciones a los proyectos presentados hasta ahora. Tanto UM como el equipo de gobierno PP-ALA coinciden en que el proyecto del paso subterráneo es el más respetuoso con el paisaje.
En el verano de 1999, el entonces conseller Joan Verger aprobó y dotó de presupuesto el proyecto de la variante en su versión del paso subterráneo. Sin embargo, con la llegada del Pacte de Progrés al Ejecutivo autonómico esta actuación quedó paralizada en espera de ser revisada para construir una carretera de un apenas un kilómetro con el menor impacto posible. El PSOE de Andratx, también en la oposición, ha pedido más información antes de pronunciarse. Moner ha anunciado que mientras tanto, pedirá al Govern que instale semáforos en la entrada de Andratx para garantizar la seguridad de los peatones.