El grupo municipal socialista votó a favor de todas las propuestas del equipo de gobierno a pesar de estar excluido del Pacte de Progrés de Manacor, en el primer pleno que se celebró ayer, después de la crisis de gobierno que comenzó con la destitución de todos los cargos del regidor socialista, Francesc Acuñas, por parte del alcalde de Manacor, Miquel Riera (ALM-UM) que contó con el apoyo de los demás grupos del pacte, PSM y AIPC.
La serenidad fue la actitud predominante de los dos regidores socialistas, Francesc Acuñas y Antoni Mestre, sentados en el banquillo de la oposición. Acuñas, como portavoz del grupo no tuvo ningún inconveniente en dar la enhorabuena a los regidores del pacte que ocuparan sus delegaciones e incluso se ofreció para dar consejos y ayudar en sus funciones.
Acuñas incidió en el área de Medio Ambiente, del cual era regidor y de su trabajo realizado hasta el momento como la gestión de residuos, que ha sido un paso muy importante. Salvador Vadell, quien ocupa ahora la delegación de Medi Ambient, reconoció el trabajo llevado a cabo por su antecesor y agradeció los consejos de Acuñas. En el público se pudo constatar la presencia de dos cargos de la ejecutiva PSOE Mallorca que asistieron al pleno para apoyar a los dos regidores socialistas. Se trata de Cosme Bonet, conseller del Consell y secretario de formación, comunicación e innovación del PSOE y Aina Radó, secretaria de Política Social y directora general de Menors. Entre los asistentes también se pudo contemplar una gran representación del partido ALM-UM para apoyar a su alcalde.
Por otra parte, se aprobó en la sesión plenaria la moción presentada por el PP para reprobar la moción de censura realizada en el Ajuntament de Sineu que supuso el cambio de gobierno del pacto firmado entre PP y UM a Sineuers Independents que obtuvo la alcaldía gracias al voto tránsfuga de la regidora popular, Apol·lònia Llull. La moción del PP obtuvo los votos a favor de ALM-UM, AIPC y UC, pero con la abstención de los grupos PSM y PSOE, que alegaron «injerencia en el Ajuntament de Sineu». Si bien los partidos rechazaron cualquier tipo de transfuguismo, todos excepto el PP, consideraban que no sólo se debía resumir al caso de Sineu.