Los restaurantes del Paseo Marítimo de Palma están sufriendo cancelaciones masivas de reservas por la falta de aparcamiento. Así lo ha confirmado el presidente de Mallorca CAEB Restauración, Juanmi Ferrer, que asegura que «estamos desesperados». En este punto, explica que ya se ha convertido en una práctica habitual recibir llamadas de clientes, que después de mucho tiempo buscando párking, optan por marcharse sin comer o cenar debido a la imposibilidad de dejar el coche.
El presidente de Mallorca CAEB Restauración explica que esto está generando pérdidas económicas muy importantes a los empresarios de la zona, puesto que han comprado la comida y la bebida necesarias para le previsión de clientes que tenían en base a las reservas y han contratado al personal preciso para ello. Sin embargo, muchos de los alimentos los tienen que tirar y les sobra mano de obra, debido a que los comensales son muchos menos de los previstos inicialmente.
Además, Ferrer lamenta que las dificultades para aparcar en el Paseo Marítimo de Palma desincentivarán a otras personas a ir a los restaurantes de esta emblemática zona de la capital balear. Ante este panorama, asegura que «la situación es insostenible. Los empresarios hemos hecho inversiones muy importantes y estamos sufriendo pérdidas económicas muy cuantiosas. Muchos no podrán aguantar mucho más y se verán obligados a cerrar».
En relación a este asunto, el representante de los restauradores advierte que si esto continúa así el Paseo Marítimo de Palma no podrá recuperar el glamur y el éxito de épocas pasadas, «pese al esfuerzo de los resturadores». Por ello, exige al Ajutament de Palma y a la Autoritat Portuària que adopten las medidas oportunas para mejorar el aparcamiento en la zona.
Ferrer avisa que en caso contrario, «el Paseo Marítimo de Palma está condenado a la muerte, puesto que sin los restaurantes no tendrá vida». A su modo de ver, en esta zona se han realizado inversiones muy importantes, públicas y privadas, por lo que es urgente buscar una solución a esta problemática.
Igual era lo que perseguian los dictadores de Pors de Baléàs, asi los ricachones podrán dormir tranquilos en sus barcos de lujo este verano.