Transitar por buena parte del Camí de la Vileta en sentido hacia la barriada palmesana o Son Roca, a su paso por la zona de Son Peretó y una vez rebasado Son Moix, resulta para algunas personas complicado e incluso hasta relativamente peligroso. Una de las aceras, a la izquierda dejando atrás Palma, se convierte en toda una pista de obstáculos para los vecinos y residentes con movilidad reducida, o quienes deben moverse con un cochecito de bebé o un carrito de la compra para acudir al supermercado.
La estrechez de la acerca en esa franja se agrava por la presencia de señales de tráfico, postes telefónicos o eléctricos, farolas, protecciones e incluso las paradas de autobús cuentan u ofrecen en algunos casos con escaso margen de maniobra para los peatones, que sufren una elevada inseguridad que denuncian y lamentan los habituales de la barriada o quienes hacen uso del Camí de la Vileta como vía de paso.
Un factor que se agrava por la alta densidad de tráfico que sufre esa zona de la periferia de Palma, especialmente en algunas franjas horarias de lunes a viernes y cuando el Real Mallorca juega sus partidos como local en el estadio de Son Moix. Ese escaso margen de paso en varios tramos de la acera preocupa a residentes y transeúntes, a los que se suman algunos estudiantes de un centro formativo próximo.
A ver si aceptamos la libertad de expresiónY esa payasada?