El cartel de Ca la Seu ya tiene un hogar que lo acoja. La iniciativa de Rotuïlla para buscar un acomodo a las señales que forman parte del paisaje urbano de Palma ya está obteniendo sus primeros frutos. El último vestigio de Ca la Seu se ha mudado ahora a la nave de Tot Herba, una empresa familiar y local de Marratxí que colgará en sus paredes el cartel de la mítica tienda del Casc Antic.
El culpable de todo es Toni Sorell, de Rotuïlla, un activista que defiende el patrimonio cartelero de la ciudad. El edificio en el que se encontraba, haciendo esquina entre las calles Corderia y Ca la Seu, está en obras, ya que se convertirá en una vivienda unifamiliar de cinco plantas, impulsado por la promotora Swiss Project Group. La empresa constructora, Grup Ferrà, se encargó de retirar con cuidado el cartel histórico de un negocio que abrió sus puertas en 1510 y terminó cerrando en 1983, para pasar a convertirse en un bar que rendía homenaje al negocio histórico.
Guardado en los almacenes de Grup Ferrà a la espera de un destino definitivo, finalmente Rotuïlla ha encontrado un nuevo hogar en Marraxí para este cartel en las naves de Tot Herba, que este año cumplirá 50 años de historia tras la creación del conocido perfume Flor d’Ametller.
Sorell señaló que para convertirse en padrino de uno de los carteles de negocios cerrados en Palma «tienen que recogerlo y mantener este patrimonio. Somos un museo colectivo y ciudadano que mantiene a salvo el patrimonio de la cartelería comercial». Al no ser propietario del mismo, advierte Sorell, no se puede elegir el cartel apadrinado, pero son muchos los candidatos a ser apadrinados.