Los vecinos de la barriada de Sant Jordi siguen sin dar crédito a la situación de la plaza principal del núcleo, que con el paso de los meses sigue mostrando el grueso de carencias que llevan tiempo denunciando. Sólo la iluminación navideña da una tregua en ese rincón de la población central del Pla de Sant Jordi, aunque el resto del año sigue siendo un dolor de cabeza para los residentes y habituales de ese punto de encuentro que en verano resulta imposible de visitar por la falta de sombra.
Meses después de elevar sus quejas a través de Última Hora, los vecinos de Sant Jordi siguen viendo la misma estampa en la Plaça Bisbe Planas. Los árboles siguen sin acabar de aflorar y muestran un aspecto triste, similar al reflejado medio año atrás por este medio. Que den sombra resulta inviable a mucho tiempo vista, de la misma manera que otras infraestructuras siguen sin funcionar.
Es el caso de la fuente ubicada en uno de sus extremos, que sigue sin funcionar por más que se pulsa en su grifo. Algo que ya tildan de anecdótico, pero que se suma a otra serie de deficiencias como la inclinación de la plaza, que hace que sea peligroso dejar cochecitos de bebés sin asegurar o para los niños y niñas que usan bicicletas o juguetes similares.
Cabe recordar que el pasado mes de mayo, la Junta de Govern del Ajuntament de Palma dio luz verde al modificado número 2 del contrato de obras de remodelación de la Plaza Bisbe Planas, lo que permitirá recepcionar definitivamente ese espacio por parte de Cort, saldando de esta manera una demanda histórica de los vecinos. Ese segundo modificado implicará un coste de 68.013,47 euros.