Més per Palma pedirá en el pleno de Cort una regulación del alquiler de temporada y de habitaciones para evitar fraudes especulativos con estas modalidades. El grupo ecosoberanista ha alertado este martes de que se sortea la normativa de arrendamientos con contratos de nueve meses a familias que, en realidad, viven todo el año, «para poder subir el precio por encima de lo que establece la ley de alquiler», según ha denunciado la portavoz, Neus Truyol. «Estamos viendo que el mercado se está transformando en un simple juego especulativo, en el que las familias quedan desprotegidas y los precios siguen subiendo», ha advertido.
Por ello, Més pide que los contratos de alquileres temporales y de habitaciones se rijan por las mismas normas y derechos que los convencionales. De hecho, el grupo avisa también de que en Palma hay casos de diversas familias compartiendo todas un solo piso. «Vivir en Palma no debe ser una carrera de supervivencia. Tiene que haber viviendas dignas y asequibles», ha protestado Truyol. En esta línea, Més también pide otras «medidas reales» para garantizar que los inquilinos, tanto los de larga como los de corta duración, «disfruten de protecciones legales robustas y de un mercado regulado que ponga freno a la especulación».
En este contexto, los ecosoberanistas han vuelto a insistir en aplicar la Ley de Vivienda en Baleares para topar los precios de los alquileres. «y no hacer como los gobiernos del PP, que regalan dinero público a los que tienen los pisos cerrados». «Piensan en los propietarios, no en los inquilinos. ¿Quién puede pagar 1.000 euros de alquiler en Palma?», se ha preguntado la regidora, tras el anuncio de la presidenta Marga Prohens sobre el programa de alquiler seguro del Govern. Asimismo, Més vuelve a insistir en que el dinero que el Ajuntament va a destinar a la compra del edificio de Gesa y otras parcelas de la Façana Marítima se destine a compra de vivienda. Los ecosoberanistas calculan que con esa partida, 20 millones de euros, se podrían adquirir un centenar de viviendas para alquiler social.
Por otro lado, Més ha denunciado «el recorte del presupuesto del Patronato de la Vivienda», que «ha dejado en vilo proyectos esenciales para la rehabilitación de viviendas en barrios vulnerables» como Camp Redó o Son Gotleu. Los ecosoberanistas alertan de que la «inacción» en la regulación «ha empeorado la situación»: «En barrios como Son Cotoner y Camp d'en Serralta, un piso de alquiler de temporada (menos de un año) de 48 metros cuadrados cuesta 1.150 euros al mes, mientras que el precio de una habitación compartida en el Terreno puede llegar a los 1.000 euros». «¿Al alcalde de Palma le da igual que las familias vivan en zulos o hacinadas en un piso?», se ha preguntado.