Tanto el PSOE como Unidas Podemos llevarán al Ajuntament el debate sobre la Ley de Memoria Democrática. Ambos defenderán en el pleno de este mes mociones en defensa de la normativa cuya derogación sigue adelante en el Parlament. Los socialistas, de hecho, aluden expresamente al episodio ocurrido en el pleno del pasado martes y pretenden que el Ajuntament exprese su apoyo a las diputadas Pilar Costa y Mercedes Garrido, además de pedir la dimisión del presidente de la Cámara, Gabriel Le Senne. Además también instan a equipo de gobierno a elaborar un protocolo institucional para actos oficiales «que asegure que se respeten los valores democráticos de libertad de expresión». Igualmente exigen recuperar ayudas para actividades relacionadas con la memoria histórica de Ciutat y a seguir conmemorando el 24 de febrero como Día de Recuerdo de las Víctimas de la Guerra Civil y el Franquismo en Palma.
Por su parte, la regidora de Unidas Podemos, Lucía Muñoz, intentará que el pleno del Ajuntament condene explícitamente la dictadura franquista «como régimen totalitario y criminal». Además solicita que el equipo de gobierno participe en los actos de memoria que se celebren en Palma o que incluyan víctimas de Palma.
Simbología
La propuesta de Podemos incorpora además varios puntos solicitando retirar «elementos antidemocráticos que todavía manchan el paisaje urbano». Cita, en concreto, una inscripción en la calle Palau Reial o placas «todavía presentes en muchos portales de la ciudad». Además, Muñoz plantea otras dos actuaciones que tienen que ver con el cementerio.
En concreto, exige que el Ajuntament negocie con la Embajada italiana para retirar simbología fascista del mausoleo dedicado en el camposanto a los caídos italianos. Como publicó este diario, se trata de un monumento por el que el Consulado de Italia paga casi 450 euros al año a la Empresa Funeraria Municipal. La moción de Unidas Podemos también pide incluir la tumba de Matilde Landa, militante comunista, en una Ruta Municipal de la Memoria. Durante la Guerra Civil, Landa estuvo a cargo de la inspección de colonias infantiles y la evacuación de niños. En 1939 fue encarcelada en una prisión de mujeres y en 1942 se suicidó en la cárcel de Can Salas, según reza la placa colocada en la lápida.