Las taquillas-nevera de los mercados de Pere Garau y El Olivar se han convertido en las mejores cómplices de la conciliación de los compradores pero también de los placeros. Con unos horarios tan extensos, que hacen bastante complicado que vendedor y cliente puedan encontrarse en la misma franja horaria, la solución a este problema irrumpirá el próximo lunes.
La presidenta del Mercado de Pere Garau, Paquita Bonnín, y el conseller de Empresa, Ocupació i Energia, Alejandro Sáenz de San Pedro, han presentado este viernes las taquillas refrigeradas. El cliente hace un pedido a su placero de confianza y éste lo deposita en una taquilla que en realidad es una mini-nevera, que se abre con un código que ha recibido el comprador por email. En Pere Garau las compras se podrán recoger hasta las 19.30 horas y en El Olivar, las veinticuatro horas del día. El servicio, por cierto, es gratuito.
Pepo Bonnín, que cuenta con un puesto en Pere Garau, advierte que hasta ahora en su carnicería «tenemos muchos más clientes los sábados, que es cuando libran. Así que para poder atenderles, ofrecemos servicio a domicilio gratuito o incluso algún cliente viene a buscarlo a mi casa. Por lo menos dos o tres a la semana». La posibilidad de ampliar su horario de atención al público hasta las 19:30 horas supone a los comerciantes una ventaja que les ayudará a competir con las grandes superficies y supermercados.
Y es que los pescaderos aparecen a las cuatro y media de la mañana en La Lonja para abastecerse con las capturas de los barcos pesqueros. A las cinco y media ya están los placeros en sus puestos preparando la jornada y a las seis de la mañana ya están abiertos al publico. La maratoniana jornada acaba a las dos de la tarde, cuando se cierra la venta al público, que recurre a tiendas con horarios vespertinos mucho más amplios. De lunes a viernes, lo habitual es que haya un gran número de jubilados en los puestos.
Francisco Segura, propietario del puesto de embutidos La Elegancia Extremeña, advierte que «los trabajadores solo pueden venir de lunes a viernes. Los sábados para nosotros es el día fuerte. Esperemos que las taquillas refrigeradas nos ayuden a atraer a más clientela».
Paquita Bonnín aseguró que «el año pasado acudí a un encuentro de mercados y lo vi en Barcelona. Por eso hemos querido traerlo a Palma. Tenemos que atraer a la gente joven, los placeros les pueden ayudar a calcular las raciones que necesitan o les indican cómo pueden cocinarlo. Los mercados somos los ejes cívicos de los barrios». Además, presumen del mejor producto fresco que tiene una larga duración en la despensa. Bonnín ofreció otro argumento de peso para comprar en diferido: «La ORA es gratis a mediodía, no les costará nada recoger el pedido».