Tras la noticia publicada esta semana por Ultima Hora, el Ajuntament de Palma procedió ayer a retirada de la chabola que estaba instalada desde hace tres meses en mitad de las obras del Paseo Marítimo, junto a la Torre de Paraires. El morador del asentamiento no se encontraba en el lugar en ese momento ni apareció durante todo el tiempo que duraron los trabajos.
A partir de las 10 de la mañana, un camión de la empresa municipal de recogida y limpieza de Palma, Emaya, acudió al lugar para empezar a recoger la ingente cantidad de trastos, ropa y basura que allí se acumulaban (se tuvieron que hacer varios viajes). Al mismo tiempo, policías locales custodiaban la zona y organizaban el tráfico. «Han considerado que eran residuos y han retirado todo», se comentó desde la Autoritat Portuària sobre la actuación de Emaya.
El 1 de julio se alertó de la existencia de una persona viviviendo allí, después de que la constructora de las obras que se están efectuando se quejara al puerto. Al día siguiente, desde la APB, responsable de las obras del Passeig Marítim, se trató de hablar con esta persona para intentar sacarla de ahí, pero no era muy partidaria de establecer un diálogo. Pese a los intentos no se pudo llegar a un punto de acuerdo con el sin techo, se aseguró desde la APB.
«Al principio se le ofreció ir a un albergue, a lo que esta persona se negó. Después él dijo que accedía a moverse si le movíamos todas las cosas. Pero nosotros no hacemos mudanzas, por lo que se quedó ahí. No podíamos echarle», dijeron desde el organismo portuario.
«Para evitar males mayores, en vez de las barreras de plástico de las obras que había colocadas, decidimos poner unas de hormigón para que ningún coche pudiera atropellarle y que se muriera», añadió la fuente.
El horario de esta persona de nacionalidad rumana era intenso. Salía de ahí a las 7 de la mañana y volvía entre las 21:30 y las 22:00. «Se iba con su carro y luego volvía para dormir», afirmaron desde la APB. «El objetivo de esta persona era coger un barco e irse de la Isla», añadieron.
Anteriormente, el rumano estaba situado en una zona de césped que está entre el paseo y el puerto, pero luego se trasladó ahí con las vallas, donde estuvo tres meses viviendo sin que nadie le molestara. También ha entrado en juego el Consell de Mallorca con la UME, cuyos técnicos fueron a hablar con él el de 16 julio, pero tampoco consiguieron nada.
Este miércoles por la mañana, el Consistorio pidió ayuda a la Policía Local y a Emaya para que quitaran todos los objetos y enseres acumulados por el indigente. Ahí pudieron encontrar sombrillas, carros de la compra, un colchón y mucha ropa. Así como, restos de comida y objetos variados.
La chabola medía unos 10 metros y estaba cubierta con varias sábanas sujetas a las vallas de metal que tapaban lo que se escondía en el interior, que eran todos los objetos mencionados anteriormente. Desde Emaya, lo único que se declaró ayer es que se trabajó durante la mañana en ello y que se retiró todo lo que que desde Cort les habían pedido.
Sin duda alguna, es algo inédito ya que nadie se había instalado a vivir en esta zona de Palma. Además, acceder a este punto del asfalto es complicado porque está en medio de las dos direcciones y tampoco hay un paso de peatones que esté cerca.