Un antiguo restaurante chino situado en la calle Manacor alberga desde hace poco más de medio año el Ateneu Popular Sa Fonera, el espacio de referencia de la izquierda independentista de Mallorca y el mejor equipado con el que ha contado el colectivo en toda la historia reciente. Este espacio de más de 200 metros está distribuido en un amplio salón, una terraza exterior, una sala de reuniones, una pequeña despensa y un baño. El local es de alquiler y cuenta también con una barra de bar, una cafetera industrial y un proyector de video.
Francesc Bonnín y Elisa Bibiloni forman parte de la Assamblea Gestora, el grupo de alrededor de doce personas encargado de administrar este centro levantado con un coste de 18.000 euros brutos (unos 15.000 netos) mediante una plataforma de financiación colectiva. Según comentan los dos jóvenes, cuentan con el apoyo económico de la CUP de Cataluña gracias a un préstamo. Además, La Fonera, el único casal en activo de Mallorca, forma parte de la red de Casals y Ateneus dels Païssos Catalanes, que aglutina más de cien centros sociales de la izquierda independentista.
Bonnín explica que «más de 300 personas contribuyeron económicamente, no solo de Mallorca, sino también del resto de los Païssos Catalans o del País Vasco». Actualmente superan los 100 socios, «lo que demuestra la necesidad que tiene Palma de un lugar como este ya que la gente se entera y quiere formar parte».
Los activistas detallan que el Ateneu debe tener tres grandes ejes: por un lado, «ser un espacio de reunión para diferentes asociaciones y colectivos que lo necesiten». Ahora acoge unas diez organizaciones como Arran, Endavant, las CUP, la Coordinadora Transfeminista, el Col·lectiu Güilis, CRUI, Friday for Future o el equipo femenino Roller Derby Mallorca, entre otros.
«La segunda es» continúan relatando, «ser un altavoz político y cultural. Realizamos proyecciones de documentales, charlas, presentaciones de libros... Es un espacio diverso y plural abierto al máximo número de colectivos. Todo el mundo es bienvenido. También nos gustaría ser un espacio para la gente del barrio. Queríamos cubrir un espacio que ahora está un poco desierto».
Restaurante
Finalmente, en tercer lugar y para financiarse quieren abrir este año como bar-restaurante de martes a sábado «ya que tenemos licencia para ello. Si está abierto de manera regular será mucho más fácil que haya actividades, reuniones y ocio», cuentan.
Bibiloni cuenta que «gracias al dinero conseguido cambiaremos la iluminación, pondremos una pequeña tarima para hacer conciertos acústicos y queremos instalar una pequeña biblioteca. Falta acabar de darle al local un pequeño salto de calidad».
Ambos coinciden que el objetivo es «crear base y conciencia. En un contexto donde derecha y extrema derecha están desbocadas, actuar con perspectiva feminista, anticapitalista y en catalán es un acto de resistencia. En Mallorca esta forma de hacer política ha sido muy ninguneada y reprimida. La idea es que el movimiento crezca y se cohesione. Tener una estructura sólida, que es una cosa que en la izquierda independentista siempre ha faltado».
En ultimo lugar, Bonnín y Bibiloni afirman que «no hemos tenido ningún problema con la policía. El Ateneu es totalmente legal, somos una asociación cultural sin ánimo. Vamos con mucho cuidado con el ruido y el horario. A las 11 de la noche esto está y estará siempre cerrado».