La Vía de Cintura corta en dos una calle de la barriada de Son Forteza que resulta muy singular. Aunque también se ha convertido en un dolor de cabeza para repartidores, mensajeros y demás profesionales que recorren Palma de punta a punta durante el día, e incluso de noche. No en vano, y pese a las indicaciones de las aplicaciones y las nuevas tecnologías, la singularidad que define a esta pequeña y estrecha vía ha provocado más de un despiste a problema a quien no la conoce.
Porque la calle d'Osca (Huesca) nace desde la Plaza de Son Forteza para acoger sus números hasta el 8 en una de sus dos aceras. Hasta que topa con el muro que hormigón que marca la barrera de la Vía de Cintura, que genera confusión y dudas entre quienes pensaban que habían alcanzado su destino.
Pero lo curioso es que la calle d'Osca continúa al otro lado de la autovía, desde sus números 5 y 10, en función de la acera y hasta el Torrent de na Bàrbara, que marca el final de esta singular vía que ha generado confusión en más de una ocasión y que deja una muesca de singularidad en el callejero de Ciutat.