El mercado de Pere Garau presentó ayer su nueva imagen con una campaña de publicidad en redes sociales y la renovación de su logotipo. «El objetivo es atraer clientela de las nuevas generaciones», según la presidenta de los comerciantes de este espacio municipal, Paquita Bonnín. Con lemas como ‘Amb molta alegria' o ‘Comprar fresc val la pena' se pretende que una nueva clientela «se encariñe con el mercado de Pere Garau. Somos los más baratos y nuestro producto es fresco», dijo ayer la presidenta de los comerciantes.
Bonnín advierte que «no ha habido un descenso de la clientela, pero se está volviendo mayor y queremos que los jóvenes dejen de ir a las grandes superficies para acudir al pequeño comercio».
Tras pasar un bache con una docena de puestos cerrados, ahora mismo solo quedan libres cuatro de los 54 con los que cuenta a día de hoy. «En los últimos meses han abierto un montón de negocios. Tenemos dos puestos nuevos de comidas preparadas, una nueva charcutería, dos bares y una inmobiliaria. Los bares habían cerrado por la pandemia pero ahora están en activo de nuevo», advierte Bonnín.
En cuanto a los puestos aún vacantes, hay mucha demanda de jóvenes empresarios dispuestos a abrir un negocio. «Nuestra intención no es que haya más bares, sino preservar el mercado tradicional de fruta, verdura, carne y pescado. Para la gente joven es una oportunidad de empleo», afirma la presidenta de los comerciantes. Advierte de que el mercado de Pere Garau no ha sido tomado por el turismo como sí ocurre en lugares más céntricos como el Olivar o Santa Catalina. «Vemos que sí vienen nuevos vecinos del barrio a comprar», advierte.