El Govern negociará con las Hermanitas de los Pobres para que la residencia de la gent gran de la calle General Riera quede en manos públicas. Así lo ha anunciado este jueves 3 de noviembre la consellera d'Afers Socials, Fina Santiago. Después de 145 años en Palma (82 en el edificio del Eixample) las monjas recibieron el martes el anuncio de la madre provincial de que la congregación tendrá que dejar la Isla. La congregación había hecho un llamamiento público a «cualquier entidad» interesada en la residencia que da servicio actualmente a 69 personas.
«Esta misma mañana nos hemos puesto en contacto con el Consell para, junto a la presidencia del IMAS, ver si es posible hacer una reunión con la madre superiora que permita que se mantenga el equipamiento residencial y que sea de gestión pública», ha dicho Santiago. La consellera califica el momento de «oportunidad histórica».
«Es un edificio histórico que siempre se ha atendido a las personas mayores y creemos que debe quedarse en Palma para las personas mayores. Intentaremos que sea de gestión pública, aunque primero hay que conocer los detalles administrativos para ver la viabilidad», añade. Hasta ahora quedaban tres religiosas trabajando y dos jubiladas en la Llar d'ancians, que tiene además una plantilla de 50 trabajadores. Da servicio a 69 residentes aunque tiene una capacidad total de 90 plazas.