La entidad vecinal Som Serralta ha presentado alegaciones al nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palma para reclamar al Ayuntamiento que algunos solares del barrio acaben siendo equipamientos o espacios públicos. En una nota de prensa, la entidad vecinal ha subrayado este martes que ante el hecho de que todo el suelo de la barriada es ahora mismo residencial, y teniendo en cuenta la realidad de que el Camp den Serralta es el tercer barrio con mayor densidad de población de la ciudad, el colectivo ha pedido que se califiquen como equipamientos algunos espacios para hacer frente a las múltiples carencias que sufre la zona. «Debemos recordar que somos un barrio en el que viven más de 13.000 personas», ha afirmado la presidenta de la asociación, Francesca Campana, «que en muchos casos deben ir a otros barrios para ir a una biblioteca, hacer deporte o relacionarnos con otras personas».
Con el cambio de uso de alguno de estos espacios se abriría el camino hacia una reivindicación histórica de la zona, pero también se darían pasos para mejorar la atención municipal en el sexto barrio con más habitantes de Palma. En su documento de alegaciones, Som Serralta ha propuesto hasta cinco solares o espacios de la barriada que podrían convertirse en futuras infraestructuras o servicios públicos, como por ejemplo los bajos de las galerías de un congjunto de edificio que abarcan la calle Valldargent i Emili Darder, esquina con la calle Bover, que actualmente se encuentran en estado de abandono y que son un punto de suciedad, pero también de degradación.
Otros ejemplos de espacios recuperables que la asociación reivindica como futuros equipamientos son esquina entre las calles Rodríguez de Arias y Comte de Barcelona o la propia plaza Serralta, de la que Som Serralta ha reclamado la peatonalización, junto con la creación de un eje cívico en la calle Bellet, que la atraviesa. La entidad ha presentado el documento de alegaciones con el objetivo de convertir el Camp den Serralta en una barriada donde la presión residencial esté acompañada de unos servicios públicos de calidad y de espacios de convivencia que permitan atender las numerosas familias vulnerables que viven allí.