El alcalde de Palma, José Hila, declaró este lunes que el dispositivo policial contra el botellón «va a seguir todos los fines de semana porque tenemos claro que los botellones en Palma no se tienen que celebrar nunca y menos ahora».
El primer edil recordó que «la actuación de la Policía Local ha sido bastante visible en las últimas semanas» a través de un operativo muy importante en colaboración con la Policía Nacional, la Policía del Puerto y los inspectores del Govern. Ahora, además, se usan drones para la vigilancia.
«Se ha actuado en todas las zonas», resaltó Hila y «podemos decir que, en estos momentos, los botellones en los polígonos han desaparecido o han quedado reducidos a la mínima expresión tras tres semanas de actuación y de disolver botellones a los que acudían miles de personas».
En el caso de la Platja de Palma recordó que «también se está haciendo un trabajo intenso», así como en el Passeig Marítim «donde se establecen controles en la entrada y desde la Avinguda Argentina para dejar claro no se puede ir a hacer según qué cosas».
Sanciones
El pasado fin de semana, apuntó el alcalde, «se pusieron 182 sanciones por botellón, además por etilometrías y otros motivos». También se controla que los locales cierren a la 1.00 de la mañana y que no vendan alcohol a partir de las 22.00 horas, «y el cumplimiento ha sido generalizado», comentó.
El alcalde advirtió de que «hay una diversidad de sanciones» pues por un lado están las que contempla la ordenanza municipal «y además ahora tenemos la herramienta que nos da la norma del Govern y está bien que así sea».
La norma del Ejecutivo autonómico contempla multas de hasta mil euros por la práctica del botellón, pero en las denominadas Zonas de Especial Intervención Turística (ZEIT), como son el centro de la ciudad, el Passeig Marítim o la Platja de Palma, las sanciones pueden llegar a los 3.000 euros.