Los vecinos del Bloque 8, a través de la Plataforma Stop Desahucios, han pedido al Ayuntamiento de Palma que en vez de derrumbar este edificio lo «sanee a fondo» porque de esta manera podría conseguir unas 32 viviendas sociales por menos que lo que cuesta demolerlo.
Uno de los portavoces de Stop Desahucios Mallorca, Joan Segura, ha explicado a Europa Press que derribar el edificio tendría un coste de 400.000 euros pero por este precio, más o menos, se podrían conseguir «con un precio razonable 32 viviendas sociales en una legislatura en la que no se han acabado ni 32 viviendas sociales».
Desde la plataforma, consideran que esta petición trasciende a las cuatro familias que viven en el bloque y por esto piden al resto de vecinos del barrio que se una a su petición. Según señalan en un comunicado, es necesario «reactivar todas las comunidades de propietarios, pero, también, formar una nueva plataforma unitaria de vecinos propietarios, inquilinos y ocupas por necesidad».
Respecto a estas cuatro familias, Segura señala que necesitan una «solución urgente» ya que necesitan un contador de agua y luz porque en la actualidad dependen de la «solidaridad» de los vecinos. Les han prestado duchas, batería, agua caliente e incluso han hecho una colecta para comprar un generador.
Por otro lado, Stop Desahucios Mallorca, las familias de bloque 8 por una vivienda digna, el Bloque Obrero y Ciutat per qui l'habita, han detenido un desahucio previsto en la calle Tomás Rullán.
Según consideran, la Policía ha actuado con violencia «empujando a personas mayores, varias jóvenes han acabado rodando por el suelo, mientras intentaban arrancar a los manifestantes uno a uno, sin conseguirlo». Por esto, han explicado la comisión judicial ha detenido el desahucio por no tener suficientes policías.