Un coronel de la base de Cerro Muriano, donde en diciembre pasado murieron dos soldados durante unas maniobras, ha reconocido este miércoles que el ejercicio que se planteó «no era normal», además de que no estaba «estandarizado». Así lo ha explicado a los periodistas el abogado sevillano Luis Romero, que representa a la familia de uno de los fallecidos y ejerce la acusación particular, en una jornada en la que han declarado cuatro altos mandos aforados -dos coroneles, un teniente coronel y un comandante-, que formaban parte de la cadena de mando de la Brigada Guzmán el Bueno X, con base en Cerro Muriano.
Se trata de los altos mandos que ejercían responsabilidades en la base cordobesa cuando se aprobó y se puso en marcha el Programa Básico de Instrucción sobre el que se basaron las maniobras mortales. Para el letrado, la declaración del coronel ha sido especialmente interesante, ya que «ha reconocido que no le pareció normal ese ejercicio del curso», señalando que «no es habitual, no está estandarizado ni es rutinario», y no le pareció «que se tuviese que desarrollar así, que le parecía que entrañaba peligro, que desde luego tenía que tener sus medidas de seguridad».
«No era un ejercicio propio, esto también es muy importante, de un plan básico de instrucción, es decir, una instrucción y con militares que llevan unos meses nada más en el Ejército», ha dicho el abogado, que se ha referido también a lo declarado por un comandante, que ha afirmado que en la zona no había una unidad anfibia de ayuda con una barca, que hacía dos años que no estaba en activo «al parecer por recortes de presupuesto». En ese momento, ha dicho, «solamente pudo llamar a nadadores profesionales para ayudar, que dice que se presentaron», pero «poco pudieron hacer», porque en ese momento «todavía no se sabía que había desaparecido el soldado Carlos León», que fue encontrado muerto poco después.
Luis Romero ha destacado que un teniente coronel ha respondido a las preguntas de la acusación, lo que ha agradecido, para señalar que él «no tenía por qué ver si había medidas de seguridad o no, que eso correspondía al ejercicio», con el matiz de que cambió de destino días antes del suceso. Los cuatro militares han defendido el trabajo del capitán que declaró este lunes, del que han dicho que tiene «un expediente inmaculado», con lo que Romero se ha mostrado en desacuerdo.
El mismo abogado ha subrayado que un coronel ha asegurado que se tenía que hacer «un ejercicio duro», para lo que eran buenas las «temperaturas extremas» de aquella mañana, y que le parecía normal «que se hiciera sin hacer pie», contradiciendo así lo que ha manifestado el otro coronel presente en la sala.
Las declaraciones tienen lugar en el Tribunal Togado Militar Central número dos de Madrid, con los abogados de las familias de los dos fallecidos interviniendo por videoconferencia desde Sevilla y Córdoba.
Las declaraciones se iniciaron este martes con dos testigos, además de un teniente y el capitán responsable directo de los ejercicios en los que fallecieron ahogados los dos militares, maniobras que consistían en el cruce de un lago y que se realizaron a temperaturas muy bajas. Tras declarar este miércoles dos coroneles, un teniente coronel y un comandante, este jueves prestará testimonio el sargento investigado que era el responsable de la instalación de la cuerda que debía servir de guía para cruzar el lago con las adecuadas medidas de seguridad.