Inés Arrimadas, quien recientemente estuvo en Palma presentando a los candidatos de Ciudadanos que portarán el estandarte naranja en las próximas elecciones insulares y municipales, ha visto discutido desde dentro su liderazgo político en los últimos tiempos, precisamente desde que los liberales han perdido fuelle en las citas con las urnas. La situación ha dejado malherida a la formación; lo que no habíamos visto es algo como lo sucedido en las últimas horas en Alicante, precisamente uno de los feudos donde todavía cuentan con una destacada representatividad.
En las últimas elecciones en España Ciudadanos ha sufrido resultados peores a los que pronto se acostumbraron tras su irrupción fulgurante en la escena nacional, y en distintos puntos de la geografía se ha vivido una auténtica 'estampida' de afiliados hacia otras formaciones del arco parlamentario. La cosa debe ser grave en la capital alicantina, donde según ha informado la prensa nacional, el partido ha abandonado su sede. Como no quieren dejar aparcado, de momento, su compromiso con los ciudadanos, sus integrantes han pasado a reunirse en un conocido restaurante de comida rápida.
Según ha informado ABC, «la formación naranja celebra reuniones sin un local estable a pesar de gobernar en coalición con el PP el Ayuntamiento y la Diputación. La última encuesta que maneja el PP da opciones a Carlos Mazón de presidir la Generalitat Valenciana» apuntilla la publicación de la Meseta. Esta situación ha generado un gran número de reacciones, y las redes sociales se han llenado de mensajes con una buena dosis de sorna y humor.
También los hay más formales. Por ejemplo, el doctorando en Ciencia Política francés Vincent Dain ha comentado en Twitter la llamativa imagen como toda una «alegoría de la bajada a los infiernos de Ciudadanos», recordando que el partido que una vez lideró Albert Rivera estuvo cerca del Gobierno de España en pleno apogeo del desafío independentista en Cataluña, y ahora algunos «le atribuyen el 2 % de los votos en las elecciones de 2023».