El Ministerio de Sanidad ha rectificado este lunes la cifra de personas fallecidas con el brote del nuevo coronavirus y la ha rebajado en 1.918, respecto a las facilitadas este domingo.
En concreto, ha informado de la muerte de 26.834 enfermos con COVID-19. El Ministerio ha atribuido este desfase de cifras a que «se está realizando una validación individualizada de los casos por lo que puede haber discrepancias respecto a la notificación agregada de días previos».
Algunas comunidades han modificado su cifra de fallecidos. El caso más llamativo es el de Cataluña, que ha eliminado a 1.126 fallecidos contabilizados hasta el momento; le sigue Madrid, con 291 menos; y Castilla-La Mancha, 152 menos.
En el caso de Baleares, el Ministerio de Sanidad ha dado cuenta de 211 óbitos, mientras que la Conselleria de Salut ha informado este mismo lunes en una nota de prensa de 223, es decir, 12 menos.
Simón achaca los 2.000 muertos menos a ajustes de series
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha achacado los 2.000 muertos menos con COVID-19 que ha notificado el Ministerio de Sanidad este lunes, con respecto a los datos que ha ofrecido desde el inicio de la pandemia, a ajustes en las series, en las que se han eliminado duplicados o casos sospechosos que no estaban confirmados, entre otros.
«Esto se debe a diversos factores: estamos corrigiendo las series, eliminando las duplicidades y personas que estaban puestas como fallecidas por COVID-19 que luego nos hemos dado cuenta de que eran casos sospechosos o probables, pero no confirmados, y por tanto hay que ponerlos en otro paquete. Además, tenemos algún pequeño retraso de notificación en las bases de datos nuevas, en principio pequeño», ha justificado en rueda de prensa tras el Comité de Gestión Técnica del Coronavirus.
Simón también ha reconocido que estos errores se podrían deber a «un error en el uso de fechas de notificación» dentro del proceso de manejo de datos estadísticos automatizados. «Había un pequeño error con el dato que se recogía automáticamente con la gramática que indica en qué parte de la base de datos se debe recoger o no», ha esgrimido como otra justificación del desfase.
Sobre por qué este domingo se contabilizaron 70 fallecidos y este lunes el Ministerio informa de que son 50 muertos en los últimos siete días, Simón ha reiterado que se ha cambiado el criterio de notificación de la muerte a fecha real de defunción. «Las fechas de notificación y defunción no eran la misma», ha dicho.
Igualmente, ha reconocido que también se han producido «errores» en la información que viene de las comunidades autónomas como motivo del desfase de 2.000 muertos. «Ha habido en algunos casos no exactamente errores pero sí variaciones en algunas variables.
En algunos casos podrían considerarse incluso errores: se notificaban algunos casos confirmados por PCR antes del diagnóstico», ha puesto como ejemplo de lo que ocurría en una comunidad en concreto, que no ha identificado.
El epidemiólogo ha argumentado que todos estos grandes ajustes se deben a la entrada del nuevo sistema de vigilancia de casos en todas las comunidades autónomas, que a su juicio va a dar indicadores «que son mucho más interesantes para saber qué está pasando ahora». «Con este sistema de vigilancia tenemos información individualizada de cada caso, de cada comunidad autónoma. Esto está permitiendo validar y verificar casos, eliminar algunos duplicados, algunos que no correspondían con las definiciones de caso, etc.», ha añadido.
Además, ha afirmado que hasta ahora se estaban dando datos de nuevas notificaciones, pero que a partir de este momento se van a ofrecer de nuevos diagnosticados. «Una notificación podía ser de datos de hacía días. Hoy podemos dar los nuevos diagnosticados con fecha de ayer», ha explicado, resaltando que estos nuevos indicadores dan una foto de la pandemia «mucho más realista», lo que permitirá seguir mejor la evolución día a día y detectar pequeños brotes o alteraciones significativas para responder más rápido.
Según Simón, organismos internacionales como la OMS «están muy contentos» con estos nuevos indicadores e incluso «muy sorprendidos» de que España haya podido hacerlos «operativos». Además, ha agregado que en el Ministerio de Sanidad están «cada vez más contentos con la calidad de la información» que se está dando sobre el COVID-19. «Creo que ahora mismo vamos en una línea favorable para valorar lo que realmente queremos ahora, el número de contagios que se producen en las últimas 24 horas», ha insistido.
En relación a otros posibles errores en los datos, Simón ha aclarado las discrepancias con las cifras de la Comunidad de Madrid, que este lunes ha notificado 17 nuevos fallecidos en su informe, mientras que Sanidad recoge solo tres. «Una cosa son los datos notificados y otra los que corresponden a la fecha de defunción de los últimos siete días. La Comunidad de Madrid ha podido notificar 17 muertes pero tienen diferentes fechas de defunción. Lo que nos interesa ahora es la fecha de notificación», ha especificado.
A preguntas de los periodistas, el experto ha informado del número de sanitarios infectados, una estadística que el Ministerio de Sanidad llevaba varios días sin actualizar. Según los datos que ha expuesto, se han contagiado unos 52.000 desde el inicio de la pandemia en España. En concreto, las comunidades han notificado 345 nuevos contagios hoy, aunque esto no significa que se hayan producido todos en la misma fecha. De acuerdo con Simón, solo 124 corresponden a diagnósticos de los últimos siete días, y apenas 15 han iniciado síntomas en la última semana.
Por último, el epidemiólogo ha abordado en qué punto se encuentra Sanidad para implementar una aplicación móvil de rastreo de casos. Así, ha detallado que el Ministerio está ahora mismo «proponiendo herramientas para la detección de casos», pero ha puntualizado que «están todavía en pruebas».
En este contexto, ha insistido en que deben garantizar tanto la privacidad de los ciudadanos como su utilidad como 'app' más allá de los equipos que ya se dedican a 'rastrear' positivos. «No tendría sentido que propusiéramos el uso de unas herramientas hasta que demuestren un mínimo de valor añadido a lo que ahora estamos haciendo», ha precisado el experto.