El Ministerio de Trabajo se plantea alargar los ERTE de fuerza mayor más allá del estado de alarma para los sectores más afectados por la pandemia de COVID-19, como son el comercio, la restauración, el turismo y el cultural-recreativo, para ayudarles a salir de la crisis.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha avanzado esta posibilidad durante un encuentro que ha mantenido este miércoles por videoconferencia con el presidente de Pimec, Josep González, y representantes de los diferentes sectores de esta patronal catalana de las pequeñas y medianas empresas.
Díaz ha explicado que con la prolongación en estos sectores de los ERTE de fuerza mayor, que incluyen beneficios especiales tanto para trabajadores como para empresarios, se quiere contener la destrucción de empleo, dado que cada vez está más claro que las últimas actividades económicas que recuperarán la normalidad serán las relacionadas con el comercio, la restauración y el turismo.
«Nuestro equipo trabaja en que estos sectores van a continuar en fuerza mayor. Y por lo tanto deberían mantenerse las medidas excepcionales para evitar que muchas empresas cierren», ha señalado, tras recordar que un total de cinco millones de trabajadores están empleados en los ámbitos del turismo, la restauración y el comercio.
Los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) de fuerza mayor prevén la suspensión de empleo o la reducción de la jornada durante un tiempo en el que se mantienen las cotizaciones a la Seguridad Social, que asume el Estado.
Además, se garantiza que todos los trabajadores afectados pueden acceder a las prestaciones de desempleo aunque no reúnan los requisitos y sin que se les descuente de su bolsa de paro.
La ministra ha apuntado que la prolongación de los ERTE de fuerza mayor debe acabar de acordarse en el seno del Gobierno y ser trasladada a los agentes sociales.
La titular de Trabajo y Economía Social ha señalado que el calendario del desconfinamiento seguirá las recomendaciones sanitarias, pero ha dado por hecho que los restaurantes, por ejemplo, se reincorporarán de manera escalonada y, por tanto, encontrarán «enormes dificultades» para volver a la normalidad.
Además de los sectores citados, el Gobierno prevé también un impacto «fuertísimo» de la crisis del coronavirus en la navegación aérea y marítima y la construcción.
La ministra ha subrayado que puede que la prolongación de los ERTE de fuerza mayor no se apliquen a todas las empresas de estos sectores más vulnerables, ya que considera que las grandes corporaciones no necesitan estas ayudas especiales más allá del estado de alarma, dado que cuentan con capacidades propias.
«Hay empresas grandes que no tienen por qué acogerse porque tienen capacidad, pero otras deben necesitar que las amortigüen porque son claves los ERTE para no destruir empleo», ha apuntado.
Ante el alud de preocupaciones expresadas por los representantes de las pequeñas y medianas empresas, Yolanda Díaz les ha animado a continuar trabajando y les ha trasladado el compromiso del Gobierno de que «nadie se quede atrás». «Soy consciente que hay desánimo, pero hay que seguir. Os pido un trabajo cooperativo», ha insistido.
Respecto a los ERTE de fuerza mayor, la ministra también ha adelantado que se han dado instrucciones a la Inspección de Trabajo para hacer un control especial de estos mecanismos para detectar «los abusos» y «las falsedades».