¿Por qué el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, no dialoga con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, en el clima de convulsión social y política que actualmente vive Cataluña? Algunas de sus adversarias han reflexionado sobre esta cuestión y no han dejado pasar la oportunidad de arremeter contra el líder del ejecutivo.
En este sentido la portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas, ha afirmado este martes que si Sánchez ahora no coge el teléfono al presidente a Torra es sólo porque dentro de tres semanas hay elecciones generales, y le ha instado a dejar de hacer el paripé.
«Aquí el problema es que Sánchez, como siempre, está haciendo campaña y están haciendo el paripé en no coger el teléfono», dijo en declaraciones en el Congreso y ha recordado que el PSC gobierna con los independentistas en la Diputación de Barcelona y decenas de ayuntamientos de Cataluña. «Que se dejen de tonterías», enfatizó.
Arrimadas ha señalado que lo que tiene que hacer Sánchez es deshacer los acuerdos con el partido de Torra y con ERC en Cataluña. «Necesitamos un gobierno socialista que rompa con los nacionalistas y dé la mano a los constitucionalistas», subrayó. Además, cuestionó que el presidente catalán cumpla la condición que le pone Sánchez, que es que primero hable con los catalanes no independentistas y que condene la violencia. Según la portavoz de Cs, el presidente de la Generalitat es «un peligro público que está incendiando las calles».
Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, ha advertido sobre una nueva «operación diálogo» del jefe del Gobierno en funciones en Cataluña que consiste en «aislar» al presidente catalán para poder «blanquear» y pactar con sus socios de ERC.
En declaraciones este martes en el Congreso para presentar una declaración institucional planteada por su partido en defensa de la labor policial de estos días en Cataluña, ha recriminado a Sánchez que «no combate como debe a los incendios porque es presidente gracias a ellos», lo que le incapacita para restaurar el orden en Cataluña.
Álvarez de Toledo ha alertado de que la política de «apaciguamiento» del Gobierno en Cataluña no solo es un «fracaso rotundo», sino que «incendia, inflama y está envalentonando a los violentos», algo que cree que pudo comprobar el propio Sánchez en su visita a Barcelona.
Por eso, ha dicho que la supuesta «operación diálogo» no es más que una manera de «cesión y claudicación» ante el independentismo y que «no hay nada que dialogar con el separatismo golpista, hay que derrotarlo».
En todo caso, ha considerado que Sánchez debería cogerle el teléfono a Torra para decirle que rompe «todos los acuerdos» que tiene con JxCAT a nivel local y que va a recibir el requerimiento previo al artículo 155, además de no pactar tampoco con sus «amigos» de ERC que hablan «de amnistía y autodeterminación». Álvarez de Toledo ha reprochado que Sánchez utilice esta vieja estrategia que consiste en «aislar» a los supuestos «muy malos», como Torra, para pactar con los «semibuenos», que serían los de ERC