El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha asegurado este miércoles que ningún gobernante, en referencia al presidente de la Generalitat, Quim Torra, «puede ocultar su fracaso con cortinas de humo y fuego».
En una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa tras reunirse por separado con los líderes del PP, Unidas Podemos y Ciudadanos, Sánchez ha avisado a Torra de que tiene el deber «moral y político» de condenar los actos violentos que se están produciendo en Cataluña «sin excusas ni paliativos».
Sánchez se ha mostrado convencido de que se van a superar estos episodios de violencia en Cataluña y ha asegurado que «la moderación en la respuesta es otra forma de fortaleza».
En ese sentido, ha reconocido que aunque hay instrumentos como el 155 o la ley de Seguridad Nacional que se pueden aplicar porque hay doctrina Constitucional para ello, el Gobierno «será moderado, no va a sobreactuar y será firme en la respuesta».
«Y a la sociedad catalana no le quedará la más mínima duda de que, más pronto que tarde, se restablecerá la unidad y la convivencia en Cataluña», ha dicho.
El presidente en funciones ha hecho un llamamiento a la «serenidad y templanza» y ha afirmado que el Gobierno garantizará los derechos y libertades de todos «y lo hará desde la fortaleza, la unidad y la proporcionalidad en la respuesta en la violencia».
Sánchez ha apostado por abrir una «nueva etapa» con cauces de diálogo dentro de la constitucionalidad.
También ha anunciado que el Gobierno ha activado, por primera vez, un comité, integrado por diferentes ministerios, para que la coordinación en el tema catalán «sea impecable» y la evaluación de la situación «lo más rigurosa y milimétrica».
Ha avanzado que el comité, compuesto por los ministerios de Interior, Exteriores, Defensa, Justicia, Economía, Hacienda y Fomento, el Centro Nacional de Inteligencia y la Secretaría de Estado de Comunicación, está «en alerta permanente» desde el pasado fin de semana.
Y ha explicado que la activación de este comité permite trabajar de forma integral y contar con información multidisciplinar para la mejor toma de decisiones. «Hay planificación pero también acciones», ha dicho.
En su comparecencia, Sánchez ha dejado claro que el Gobierno no tiene nada que objetar a las manifestaciones pacíficas pero ante los actos violentos ha asegurado que «no consentirá» bajo ningún concepto que la violencia se imponga a la convivencia.
Y ha remarcado que el Gobierno actuará «con todos los mecanismos del Estado» para mantener el orden en Cataluña y ha reiterado que responderá con tres reglas: «la firmeza democrática, la unidad de los partidos y la proporcionalidad en la respuesta para no caer en provocaciones».
Sánchez ha explicado que a los líderes de PP, Unidas Podemos y Cs, Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera, respectivamente, con quienes este miércoles se ha reunido, les ha transmitido que el Estado español es fuerte, garantista y está amparado por la ley y la única esperanza de los independentistas es que «estemos divididos u debilitados».
Por ello, ha pedido que «nos encuentren firmes, serenos y unidos».
Sánchez, que ha dedicado sus primeras palabras a la profesionalidad y coordinación de las Fuerzas de Seguridad (Policía, Guardia Civil y Mossos), a las que ha agradecido su labor y su «contención» frente a las provocaciones de los extremistas.