La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha paralizado los trámites relacionados con los colegios electorales para celebrar el referéndum del 1 de octubre en la ciudad tras la suspensión del TC, a la espera de que el Govern aclare qué hará para no poner en riesgo a la institución y los funcionarios.
Colau se lo ha hecho saber por carta al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, tras la de éste a los ayuntamientos catalanes para que respondieran en 48 horas sobre su disposición para habilitar el dispositivo electoral.
El portavoz del gobierno municipal y primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha reiterado ante los medios «el pleno compromiso de Barcelona para que se pueda ejercer el derecho a participación», pero siempre que no haya riesgo ni para la institución ni para sus trabajadores».
Colau recuerda en su carta a Puigdemont que en cuanto le llegó su petición ordenó al secretario general del Ayuntamiento que «se iniciasen los trámites ordinarios para comprobar la disponibilidad del dispositivo habitual que se pone en marcha en cualquier proceso electoral», lo que afecta a más de 260 colegios electorales y a más de 1.300 mesas electorales.
Pero también recuerda al presidente de la Generalitat que todos estos trámites han quedado afectados por la suspensión del Tribunal Constitucional.
La alcaldesa ha reiterado la disposición del Ayuntamiento de Barcelona para «garantizar y facilitar el derecho a la participación política y a la movilización ciudadana», pero «siempre que no se ponga en riesgo a la institución y a los servidores públicos municipales».
Ante este escenario, Colau ha devuelto la pelota a la Generalitat al solicitar a Puigdemont que les informe de «cuáles son las actuaciones» que la Generalitat tiene previstas, «teniendo en cuenta las circunstancias».
Al respecto, Gerardo Pisarello ha comentado que «no le damos prisas» a Puigdemont para la respuesta de la Generalitat, ya que entienden que la contestación debe ser «serena y tranquila».