«Mareas» de ciudadanos de diversos colores han salido a las calles en muchas ciudades españolas para protestar por los recortes en los servicios públicos, los casos de corrupción o los desahucios, unidos bajo el grito de «Sí se puede».
Convocados simultáneamente por el colectivo Marea Ciudadana, la manifestación de Madrid ha sido la más numerosa y ha concentrado a simpatizantes de las distintas mareas -verde, blanca, violeta, naranja y negra- que han partido desde Sol, Embajadores, Atocha y Puente de Vallecas y que se han unido en torno a la estatua de Neptuno.
La iniciativa, que ha concluido con la lectura de un manifiesto «contra los recortes y por una verdadera democracia», ha estado protagonizada por ciudadanos y ha contado con escasa participación de políticos, a excepción del líder de IU, Cayo Lara, y el de Equo, Juan López Uralde.
Un importante despliegue policial, con barreras, ha impedido el acceso de la gente a la Carrera de San Jerónimo, donde está el Congreso de los Diputados, y a la calle Génova, donde está situada la sede del PP.
En un ambiente festivo, amenizado por batukadas y canciones reivindicativas de los distintos colectivos, la concentración se ha llenado de pancartas con lemas como: «No al golpe de estado financiero, no debemos no pagamos», «Los servicios públicos no se venden, se defiende», «No son suicidios, son asesinatos», «Nos falta el dinero, lo tiene el tesorero» y «Gobierno dimisión por corrupto y ladrón».
En Barcelona, la manifestación se ha iniciado en la plaza Cataluña, donde los participantes se han concentrado durante una media hora, y posteriormente ha discurrido por la plaza Urquinaona y la Vía Laietana hasta llegar a la plaza Sant Jaume.
Delante de los edificios de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona las diversas entidades convocantes han leído un manifiesto alusivo a las distintas «mareas» ciudadanas en contra de los recortes en la sanidad pública, la educación y los servicios sociales, pero también contra los desahucios de viviendas, y el uso de pelotas de goma por parte de la Policía.
Otra de las grandes concentraciones ha sido la de Valencia, que, bajo el lema «Todas las personas y todas las reivindicaciones juntas», ha partido de las Torres de Serranos, Torres de Quart, puente de Aragón y plaza de España, para confluir en la Estación del Norte y continuar el recorrido hasta el Ayuntamiento.
En Bilbao, la marcha ha transcurrido por las calles del centro y a su paso por las sedes del PP, PSE-EE y PNV los manifestantes se han parado unos minutos para expresar su rechazo a la política de las tres formaciones.
La movilización en Sevilla se ha concentrado en el barrio de Bellavista, uno de los más golpeados por el paro, mientras que otros colectivos sociales se han manifestado también por otras ciudades andaluzas.
En Valladolid, la concentración ha sido al mediodía, donde un portavoz del 15-M ha considerado «una vergüenza cómo se rescatan los bancos mientras se desmantela lo público» y posteriormente varios autobuses han viajado a Madrid para unirse a la protesta de la capital.
La manifestación en Palencia ha estado protagonizada por los trabajadores de SAS Automotive, una empresa «bajo amenaza de cierre».
En Santander, miles de personas se han manifestado en una concentración en la que el portavoz de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, José Ramón Blanco, ha comparado el golpe de estado que se produjo en un día como hoy en 1981, con el «golpe de estado financiero» que aqueja al país.
La Plaza del Pilar de Zaragoza ha sido el escenario de las protestas de los aragoneses, que han lamentado que en España «manden los mercados financieros» y que se haya producido un «golpe al estado de bienestar».
«No hay pan para tanto chorizo», ha sido uno de los lemas de la marcha en las Palmas de Gran Canaria, mientras que en Oviedo se ha coreado «Sí hay dinero, lo tienen los banqueros».
La nieve, en algunos casos, y las bajas temperaturas no han desanimado a ciudadanos de Logroño, León o Burgos donde también ha habido concentraciones este 23-F.