Aunque el verano astronómico empezó en la madrugada del sábado 21 de junio a las 4.42 horas, el verano meteorológico llega cada vez antes a Baleares. El mes de junio ha cerrado con una anomalía media de 2,4 grados de temperatura en Mallorca. Si nos fijamos solo en las máximas, estas se sitúan tres grados por encima de lo que se estimaría normal y la tendencia no tiene visos de cambiar.
La aplicación web Mortalidad Atribuible por Calor en España (MACE), creada por un equipo científico del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, la Universidad de Valencia y la Fundación para la Investigación del Clima, estima que el pasado verano hubo en Baleares 236 fallecimientos atribuibles al calor, a pesar de que Salut Pública ofrece cifras muy inferiores.
Los médicos de familia avisan que durante el mes de junio ya han recibido los primeros casos en sus consultas. Cada año llegan antes y los trabajadores de la construcción y los deportistas, son los grupos más afectados, a pesar de que los más vulnerables, sobre los que los equipos de prevención ponen el foco, han sido siempre los ancianos, los niños y los enfermos crónicos.
La Conselleria de Salut afirma que en todo 2024 recibió 23 comunicaciones de posibles golpes de calor en Baleares de los que solo uno pudo ser confirmado, el de un bebé que ingresó en el Hospital Mateu Orfila de Menorca. Desde que implementaron sus sistemas de vigilancia en 2004 solo han reportado diez muertes relacionadas con golpes de calor en las Islas la última en 2022. ¿Qué está pasando con las estadísticas?
«Los datos que ofrece Salut son la punta del iceberg de lo que vemos en las consultas y lo vemos cada vez antes. Hay datos de mortalidad añadida que cifran en 4.000 casos las muertes por esta causa cada año en España, que solo nos tocaran 23 en Baleares sería un milagro», explica el médico de familia José Manuel Valverde.
El facultativo relata que este mes de junio comenzaron a llegar los primeros pacientes afectados. «La mayoría son empleados que realizan trabajos con una importante carga física al aire libre a las horas de más calor, también cada vez tenemos más deportistas. Muchos de ellos no entran en las estadísticas porque se comunican como cuadros vasovagales. Si no se diagnostican como golpe de calor, ni se notifican, ni se tienen en cuenta en las estadísticas», añade.
El Govern ha presentado esta semana la campaña ‘El calor puede ser mortal, la prevención es vital’, impulsada por la Conselleria de Presidència, la Conselleria de Salut y la Conselleria d'Empresa, dirigida a la población general y especialmente a la más vulnerable, para que evite la actividad física en las horas de máxima insolación, entre las 12 horas y las 16 horas, incluida la actividad deportiva.
En caso de alerta roja el Govern tiene la posibilidad de prohibir determinadas actividades, pero los trabajadores, especialmente los de la construcción, siguen a día de hoy enfrentándose a las altas temperaturas. «Este año no hemos llegado aún a esos niveles de umbrales meteorológicos, hemos tenido alertas naranjas que permiten limitar y hacer recomendaciones pero si pasáramos a un nivel superior haríamos una prohibición o limitación permanente», dice el director general de Emergèncias del Govern, Pablo Gárriz.
Gárriz hace un llamamiento a la corresponsabilidad de la ciudadanía para que se proteja en los episodios de altas temperaturas. «La visión transversal desde los organismos de salud, empleo y emergencias permite generar respuestas para lo que pueda pasar y a la vez generar información que permite que los ciudadanos puedan decidir sobre su seguridad. Cuando un ciudadano decide protegerse, ayuda a que nos protejamos todos», concluye.
Trabajar al sol
«El cambio climático, con el aumento de las temperaturas y de las olas de calor, está perjudicando la salud de las personas trabajadoras, fundamentalmente las que trabajan al aire libre, también las que trabajan sin aire acondicionado. Los sectores con mayor riesgo de sufrir golpes de calor durante la jornada laboral son obreros de la construcción, limpieza viaria, jardineros, camareros, trabajadores de pista en aeropuertos, socorristas… Desde UGT exigimos a las empresas que aumenten las precauciones y cumplan la normativa para evitar accidentes laborales por el calor», dice Enrique Aracil, secretario de Salud Laboral UGT en Baleares.
Comisiones Obreras (CCOO) lleva cinco años reclamando que durante los meses de más calor los trabajadores hagan jornadas intensivas en horario de mañana para evitar las horas de exposición de mediodía. En 2024 consiguieron que el Calendario laboral incluyera esta medida para el mes de agosto y este año 2025 se extiende del 15 de julio al 31 de agosto.
«Seguiremos luchando para que la jornada intensiva de mañana se aplique desde el 1 de mayo al 31 de septiembre como hacen en Madrid y Andalucía. Aquí hace el mismo calor o más y necesitamos que se aprueben estos calendarios especiales», dice Roberto Sedano, responsable de construcción de CCOO.
Recuerda que «también se acordó que las empresas del sector en Baleares con ocho o más trabajadores pongan a disposición de sus empleados agua fría y neveras con corriente», pero denuncia que hay «un alto grado de incumplimiento de las medidas».
Desde el mes de mayo el sindicato está visitando semanalmente las obras en las que trabajan sus afiliados, recordando esta obligación y avisa de que «a partir de ahora vamos a demandar a la empresas que no cumplan, informaremos al Ibasal y a Inspección de trabajo».
Los representantes sindicales denuncian que los golpes de calor «están infradiagnosticados» entre los trabajadores de las Islas. «Cuando un obrero acude al médico con un golpe de calor, no se considera ni siquiera un incidente, te miran y te dicen que te tienes que hidratar y que te tomes ese día de descanso. Por eso ni nosotros los tenemos contabilizados ni a la administración le interesa hacerlo», concluye Sedano.
Tres grados más cálido
Más allá de las discrepancias que separan a los trabajadores y a la patronal y de los avisos que lanza la administración pública para concienciar sobre la necesidad de protección ¿qué nos dicen los científicos sobre lo que está ocurriendo? ¿Batirá 2025 los récords históricos de calor en Baleares?
Maria José Guerrero es la delegada de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). «El 15 de junio llegamos a los 39,2 grados de temperatura máxima en la UIB y este ha sido uno de los meses de junio más cálidos desde que existen registros; las predicciones apuntan que julio agosto y septiembre, según modelos numéricos, van a ser muy cálidos y secos», explica.
¿Por qué suben las temperaturas? «Los dos principales responsables de que suban la temperatura del aire y del mar son la radiación directa del sol (ahora estamos en máximos de duración del día solar) y la llegada de masas de aire cálido de Africa», dice la experta.
El mar también participa de esos dos fenómenos. A mayor radiación solar y mayores entradas de aire cálido, más sube la temperatura del mar y con ella las llamadas noches tropicales (por encima de 20 grados) o incluso las tórridas (por encima de 25 gados)
«Que la temperatura del mar suba implica que las noches sean más difíciles para conciliar el sueño. Durante el día, como el mar está más fresco que el aire, atenúa las temperaturas de las zonas costeras. Ahora estamos en 26 grados de temperatura del mar, uno se pueden bañar como si estuvieramos en otro mes, son casi temperaturas de agosto», afirma.
Las altas temperaturas son ya una tendencia. Junio se ha cerrado con la cifra más alta desde que hay registros y el termómetro aún puede ir subiendo. Por ahora no se pronostican precipitaciones: «Es la tónica que llevamos, veranos muy calurosos y sobre todo meses de junio y julio secos», concluye la experta.
¿Podemos refugiarnos en la montaña? ¿Escapa la Serra de Tramuntana al fenómeno? Alberto Darder, geógrafo especializado en Meteorología, es colaborador de la AEMET y está a cargo de la estación meteorológica del Puig Major. «Las temperaturas están disparadísimas, cinco o seis grados por encima de lo normal desde el mes de mayo en la estación del Puig Major y eso es una barbaridad. Junio bate todos los récords de calor», lamenta.
Darder explica que las cifras no han cogido por sorpresa a los especialistas. «Es algo que ya nos temíamos y no sorprende, a pesar de ser un desastre». «El hecho de ser islas nos hace más vulnerables porque el Mediterráneo es un punto caliente, es un mar cerrado y el ‘efecto sartén’ se nota más», concluye.
Los últimos diez años han sido los diez años más cálidos de los que setienen registros según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). 2024 fue el primer año natural en el que la temperatura mundial ha superado en más de 1,5 grados la media del período preindustrial de 1850-1900. «La historia del clima se está escribiendo ante nuestros ojos. No estamos hablando de solo uno o dos años de temperaturas récord, sino de una serie completa de diez años. Y esta ha ido acompañada de condiciones meteorológicas extremas de efectos devastadores, subida del nivel del mar y fusión de los hielos, circunstancias que se han visto exacerbadas por unas concentraciones sin precedentes de gases de efecto invernadero fruto de la actividad humana», declaró la Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo, al cierre del último ejercicio.
Vamos que las inyecciones no tiene nada que ver, solo es el calor,claro!