Los expertos prevén que el conflicto entre Israel e Irán dispare el precio de los carburantes. Así lo ha confirmado el presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Baleares, Joan Mayans. No obstante, ha precisado que todos los escenarios están abiertos. «Recuerdo que en 2024 las previsiones apuntaban a que cerraríamos el año con el barril de Brent por encima de los 100 dólares. Sin embargo, terminó sobre los 80 dólares. Por ello, es muy importante ser prudentes».
De hecho, el barril de crudo Brent para entrega en agosto ha subido esta pasada madrugada hasta alcanzar máximos desde finales de enero, por encima de los 78 dólares; mientras que a lo largo de la jornada ha bajado un 0,69 % para alcanzar los 73,72 dólares.
Mayans insiste en que «es todo tan inestable y volatil, que cualquier cosa puede suceder o no. Por tanto, hay que esperar a ver». No obstante, matiza que en las estaciones de servicio de las Islas ya se ha experimentado un ligero encarecimiento del precio de los carburantes.
El pasado 12 de junio, antes de la escalada de ataques entre Israel e Irán el litro de gasolina 95 se vendía en Baleares a 1,564 euros, de media; y el de diésel a 1,570 euros. Sin embargo, este lunes la gasolina 95 está a 1,572 euros, es decir, es 0,008 euros más cara; mientras que el diésel se paga a 1,478 euros, también 0,008 euros el litro más caro que el pasado jueves.
Si se compara con hace un año, los precios de los carburantes son ligeramente más bajos actualmente. En concreto, el 16 de junio el litro de la gasolina 95 costaba 1,721 euros; mientras que el diésel se pagaba a 1,573. Pese a ello, los expertos insisten en que si se cumplen las previsiones los precios se dispararán.
Para concluir, el presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Baleares expresa su deseo de que el conflicto entre Israel e Irán no vaya a más. En primer lugar, por la pérdida de vidas humanas que supondría. En segundo lugar, porque el temor de una interrupción en los suministros de petróleo procedentes de Oriente Medio podría disparar el valor del diésel y la gasolina, lo que resultaría muy perjudicial para los ciudadanos de las Islas y para los empresarios de las estaciones de servicio, ya que venden menos carburantes.
Nos toman el pelo, hay petróleo a espuerta y sólo especulan