Junia es italiana pero reside en la isla desde hace once años. Vive muy cerca del mar, en un punto idílico del paseo peatonal del Molinar; aunque ese mismo camino que recorre habitualmente se convirtió en una trampa a causa de una alcantarilla mal sellada. El jueves 29 de mayo, sobre las cinco de la tarde, salió de su portal para ir al gimnasio y nada más dar dos pasos «caí repentinamente hacia abajo. Me quedé en shock, no me lo esperaba. Abrí los brazos como reflejo y presioné para no caer hasta al fondo», cuenta.
La mitad de su cuerpo estaba en el interior del alcantarillado. «Sentí que me quemaba y un gran dolor en la pierna derecha. Llevaba una sudadera blanca y entonces vi la sangre. Me dolía mucho», narra. Los vecinos se acercaron a socorrerla y entre el tumulto, sorprendentemente, escuchó: «Madre mía, otra vez». Aquello la indignó completamente. «¿Cómo es posible que alguien ya se hubiera caído antes y nadie haya hecho nada?», se pregunta.
Según explica, la tapa de la alcantarilla estaba aparentemente bien colocada, como si encajara de la forma correcta y estuviera sellada, «no había ningún tipo de señalización, nada. Pasé tranquilamente y me caí dentro», afirma. La ambulancia acudió a socorrerla y fue trasladada a Son Llatzer. Allí le cosieron la herida del muslo con ocho puntos de sutura, un doloroso y profundo corte que tras dos semanas de curas, aún no se ha restablecido.
Junia explica que la otra persona accidentada cayó allí mismo, aunque no dentro de la alcantarilla sino en la misma acera levantada. «Hace dos meses. Se fueron al Ajuntament de Palma a denunciarlo y aún así nadie hizo nada». Ella también interpondrá una denuncia. Ha contactado con un abogado especialista y ya tiene en su poder todos los informes médicos. «Es importante para la comunidad. Una persona mayor o incluso un niño podría caer dentro», añade.
Le ha costado varios días alejarse del sentimiento de shock. «Al día siguiente no pude ir a trabajar, y tenía mucho dolor. No podía apoyar la pierna, me temblaba. El médico me aconsejó ponerme la vacuna antitetánica, ya que una alcantarilla es un foco de infección; hay ratas, hierros», cuenta. Eso le supuso unos días más de reposo. También perdió un viaje de trabajo que tenía programado.
Aunque su lesión va quedando atrás poco a poco, le ha supuesto muchos perjuicios. E inevitablemente, muchos pensamientos sobre lo que podría haber ocurrido: «Pienso en que hubiera podido cortarme la pierna, perder un ojo, seccionar la arteria; incluso caer dentro y que nadie se hubiera dado cuenta. Eso no puede estar así», manifiesta.
El viernes pasado le retiraron los puntos, aunque la herida aún presenta una ligera infección y no se ha cerrado correctamente. Tiene un hematoma interno que va curando con pomada y continúa con las revisiones médicas. «Ahora al menos han puesto una barrera azul sobre la alcantarilla, aunque si alguien la retira, volveremos a estar en las mismas. Por eso es importante la denuncia tanto al Ayuntamiento como a los responsables de la alcantarilla», finaliza.
Curiosa reparación en tiempo récord
Durante la mañana de este sábado 14 de junio, tras publicarse el artículo, la afectada ha podido ver un equipo de técnicos bajo su domicilio. En cuestión de una hora de trabajo, la alcantarilla ha quedado reparada, fijada y señalizada.
A pesar de ello, Junia continuará con su reclamación para concienciar al consistorio y a las empresas responsables de estos alcantarillados de mantenerlos en buen estado.
EmbI has cridat al servei de l'Ajuntament per comunicar el desperfecte?.... si ara algú es fa mal amb aquesta barra rompuda que has vist i no has comunicat, es pot dir que també ets responsable juntament amb el titular de la via???? Pots canviar de nick, però dius els mateixos disbarats.