Fallece el papa Francisco

«Bergoglio reconoció que era un poco caradura y se quedó con tres medallas de Sant Alonso Rodríguez»

Miquel Garau fue el jesuita mallorquín que atendió personalmente al futuro papa en su visita a Monti-sion en 1983

Francisco y el jesuita mallorquín Miquel Garau

Imagen de Garau entregando al papa un relieve de Sant Alonso Rodríguez, creado por el propio jesuita mallorquín, que es pintor y escultor. | P. Pellicer

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Miquel Garau fue el jesuita que atendió personalmente al sacerdote Jorge Mario Bergoglio, el futuro papa Francisco y por entonces el Provincial de la Compañía de Jesús en Argentina, cuando éste visitó Monti-sion por su interés por Sant Alonso Rodríguez, del que era devoto.

Corría el año 1983 y Bergoglio llegó a la Isla con la idea de visitar a unos parientes lejanos y aproximarse a la figura de Sant Alonso Rodríguez. Garau explica que «venía de Roma y le enseñé la iglesia, el museo y el sepulcro de Sant Alonso, ante el que se sintió muy emocionado. Llegamos a rezar juntos un Padrenuestro ante el sepulcro».

Viendo la devoción de ese sacerdote argentino por Sant Alonso, Garau le enseñó una pequeña caja con medallas de la beatificación del santo, que tuvo lugar en 1888: «Bergoglio me pidió si podía coger y quedarse con alguna. Le dije que sí y, ante mi sorpresa, cogió tres, algo que yo no esperaba, Posteriormente, siendo ya Papa, me reconoció que en esa época era un poco caradura y que por ello cogió hasta tres medallas. Decía que él y yo éramos como hermanos gemelos, pues teníamos la misma edad y los mismos años de sacerdocio», recuerda Garau.

Una de las cartas enviadas por el papa Francisco, con su peculiar ortografía, a Miquel Garau. | P. Pellicer

El jesuita mallorquín destaca que «estuvimos más de dos horas juntos en Monti-sion, pero nunca habría imaginado que estaba junto a un futuro papa. Ya como Pontífice, tuve dos encuentros con él en Roma. En la primera ocasión, le regalé un relieve de Sant Alonso, pues soy pintor y escultor. También escribió la presentación de mi llibro Mi itinerario artístico. Durante todo este tiempo nos hemos carteado y siempre le he admirado. En 2015 me regaló, dedicado, un solideo, el casquete de seda que llevan papas y obispos. Siempre invocó los buenos sentimientos y el respeto por todas las personas, especialmente por las más vulnerables y, según se ha sabido, sus últimas palabras fueron para pedir que no se utilicen las armas y así evitar las guerras».

Precisamente, la comunidad jesuita hizo llegar ayer un comunicado en el que recordó la visita de Bergoglio a Mallorca, «donde buscó inspiración para una imagen de Sant Alonso Rodríguez en la capilla que se estaba construyendo por entonces en el barrio de San Miguel en Buenos Aires, la capital argentina».

Miquel Garau, este lunes en la Porciúncula, con su libro 'Mi itinerario artístico', cuya presentación fue escrita por Francisco. | P. Pellicer

En 1984, un año después de su visita a Mallorca, Bergoglio envió una carta de agradecimiento a la comunidad jesuita de Mallorca «por el tiempo compartido en la Isla, además de explicar novedades sobre el avance de la nueva iglesia, todo ello acompañado de fotografías de esas obras».

Solideo, casquete de seda de papas y obispos, regalado y dedicado por Francisco a Miquel Garau en julio de 2015. | P. Pellicer

Los jesuitas han querido compartir «la huella de Francisco en Mallorca y el afecto que nos demostró. Sin duda, su visita a Mallorca en el año 1983 fue un viaje que nunca olvidó y siempre nos envió gestos de ese recuerdo».

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