TRIBUNALES

El constructor imputado por estafa rechaza declarar en el juzgado

Una decena de afectados esperan poder personarse contra Modular Haus

Segundo silencio

El empresario es la segunda vez que comparece en los juzgados de Inca por la denuncia de un afectado. La de ayer fue en representación de la sociedad Modular Haus. | Redacción Local

| Palma |

El empresario imputado por una posible estafa en la construcción de viviendas en la Part Forana se acogió a su derecho a no declarar en los juzgados de Inca. Se trata de la segunda ocasión en la que el constructor, administrador de la sociedad Modular Haus comparece ante el magistrado instructor y guarda silencio: en la primera ocasión lo hizo como investigado y ahora en representación de la sociedad que tenía que ejecutar las obras.

La investigación del juzgado de Inca por el momento abarca una única de las obras. Al menos otra decena de afectados intentan sumarse a este procedimiento después de que dos juzgados de instruccción de Palma descartaran denuncias previas: en uno de los casos se acordó el sobreseimiento provisional y el otro se inadmitió la querella presentada por media docena de afectados.
En el primer caso, la decisión fue ratificada por la Audiencia Provincial. El auto reducía lo ocurrido: «Estamos ante un incumplimiento de contrato por parte del contratista motivado por un presupuesto no ajustado en el precio a las calidades contratadas e interesadas por la propiedad».

Sin embargo, alrededor de una veintena de antiguos clientes del empresario denuncian haber sido víctimas de las mismas prácticas por parte del empresario: comienza a ejecutar la obra y al poco tiempo reclama más dinero con distintas excusas. Tras forzar un enfrentamiento abierto con el cliente deja la obra sin hacer y sin haber ejecutado la totalidad de los fondos que ha recibido para construir las viviendas. De esta manera, se le reclaman cantidades que llegan a los 300.000 euros por parte de algunos de los afectados. Al menos dos juzgados de Primera Instancia han condenado a la empresa por incumplimiento de contrato sin que los clientes hayan podido recuperar ninguna cuantía por el momento. Los afectados también denuncian que, mientras no se ejecutaban sus viviendas, el empresario aparecía en las redes sociales con automóviles deportivos y mostrando un alto nivel de vida.

El juzgado de Inca tiene pendiente resolver sobre la personación o no de más afectados en la causa. El órgano intentó inhibirse en uno de los de Palma que tramitaban estas actuaciones, algo que fue rechazado una vez había desestimado la admisión a trámite de la querella. En paralelo, otro de los afectados presentó una denuncia contra el empresario por una posible agresión. Según esta denuncia, el imputado le golpeó como represalia por haber advertido a un posible cliente sobre los incumplimientos llevados a cabo con anterioridad.

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