El trabajo de fin de grado Efectes de la massificació turística en la mobilitat dels residents a Mallorca, realizado por el geógrafo Sergio Obrador, incluye el resultado de una encuesta con 19 preguntas a 404 residentes (muestra aleatoria) en Mallorca. Una de las preguntas planteaba si el encuestado había dejado de ir a determinados lugares de la Isla a causa de la masificación turística. El 85 % respondió que sí, durante el verano. A continuación, como respuesta abierta, se planteaba al encuestado que indicase a qué lugares había renunciado a ir durante el verano, mostrándose un claro predominio de calas y playas.
Así pues, es Trenc (Campos) y sa Calobra (Escorca) son las playas más descartadas por los residentes en Mallorca para ir en verano, a las que siguen las de Magaluf y el Caló des Moro (Santanyí). Esta última cala ha sido noticia en los últimos años por las largas colas y aglomeraciones que se registran para acceder a la misma, debidas en buena parte por el deseo de hacerse fotos para colgarlas en las redes sociales.
Es Trenc, pese a ser una playa de más de tres kilómetros de longitud, sufre masificaciones cada verano y un cierto colapso circulatorio para acceder a ella. Es una playa muy valorada por su entorno dunar, arena blanca y aguas cristalinas, pero la mayor parte de los encuestados afirma que ha renunciado a ir.
Sa Calobra presenta el añadido de que es una cala pequeña fácil de congestionar y con una carretera larga y sinuosa para acceder a ella, lo que hace que muchos mallorquines renuncien a ir en verano al suponer demasiada inversión de tiempo para llegar a una playa que, en cualquier caso, estará masificada.
Magaluf, pese a que en los últimos años está siendo objeto de actuaciones para borrar su tradicional mala imagen de excesos, sigue siendo un lugar del que la mayor parte de los residentes prescinden a la hora de planificar sus visitas de verano.
Los siguientes puntos a los que los residentes renuncian a ir no son siempre playas. Uno de ellos es el Cap de Formentor, en el que ha habido que regular el acceso estival por los colapsos de tráfico que se producían, Palma como ciudad y s’Arenal, que en este caso sí es un lugar de playa.
Palma como ciudad ha ofrecido en los últimos años una imagen de saturación en sus calles más céntricas, ligada principalmente a la llegada masiva de cruceristas. S’Arenal sería un caso parecido al de Magaluf, pues permanece en la mentalidad de los residentes mallorquines una imagen de escenario de excesos y delincuencia, mientras que la playa en sí misma no resultaría especialmente atractiva.
Hay otros muchos puntos de la Isla a los que, en menor medida que los anteriores, los residentes de Mallorca han renunciado a ir en verano. Es el caso de Valldemossa, Alcúdia, Sóller, Cala Deià, Cala Pi, Cala Barques, sa Foradada, Cala Agulla, Banyalbufar, Cala Llombards, Pollença, Platja de Muro, ses Covetes o la Colònia de Sant Jordi. Algunos de estos puntos son playas vírgenes o semivírgenes, pero sufren igualmente la masificación.