Can Alomar en venta. El empresario sueco que es propietario del edificio en plena milla de oro en Palma, se desprende del inmueble, que se convierte en el más caro de Mallorca y que aloja las tiendas de Louis Vuitton, Relojería Alemana, Massimo Dutti y el hotel de 5 estrellas Can Alomar. Todos los negocios son inquilinos del inmueble. La oferta suma a Can Alomar el edificio anexo, el número 17 del paseo del Born: cuatro alturas dedicadas a oficinas. Solo queda fuera de la operación el bajo, en el que se encuentra una oficina del Banco de Santander. Ambos inmuebles suman más de 7.000 metros cuadrados en el la zona más cara de Palma, en dos edificios catalogados. La empresa encargada de la venta es la Agencia Fernández, cuyo máximo responsable es Daniel Rigo.
Can Alomar fue adquirida hace una década por su actual propietario. Un empresario sueco que lo adquirió poco después de que se ejecutara una amplia reforma del inmueble que fue diseñada por los arquitectos García-Ruiz, que eliminó un cuerpo añadido al edificio y que cambió por completo la cubierta. A partir de esa reforma fue cuando abrieron varias tiendas de lujo en el inmueble y el hotel Can Alomar. La agencia que mantiene a la venta en exclusiva el inmueble es hermética en cuanto al precio y apenas hay operaciones de esta envergadura en los últimos años.
Inditex adquirió el inmueble de Zara en la misma zona en 2014 por 39 millones de euros, en un momento de precios mucho más bajos del suelo comercial y un inmueble cuya reforma en profundidad se llevó a cabo a partir de esa obra. La superficie es casi la mitad de lo que ahora sale a la venta, por lo que el precio, en cualquier caso, superaría los cien millones de euros. La última propiedad vendida en el Born fue la que ocupaba telefónica y que fue comprada por los Fierro March y que ahora ocupa Zara Home. Esa operación se llevó a cabo en 2014.
Ahora mismo está a la venta otro edificio en el Borne, el número 12. El local ubicado en el bajo se vende por unos 20.000 euros el metro cuadrado, según el anuncio publicado en varios portales. A esa valoración del metro, Can Alomar y el edificio anexo se irían a los 140 millones de euros. En cualquier caso, el precio supera al inmueble más caro hasta ahora a la venta en la Isla, un complejo hotelero en Calvià, que se oferta por 60 millones de euros.
El casal del Born, sin el edificio anexo, fue adquirido en 2006 por un grupo de empresario catalanes por 24 millones de euros. Un año después lo adquirió el Grupo Ibosa, una empresa madrileña de inversiones por 36 que fue quien llevó a cabo la reforma y de ahí pasó a manos de su actual propietario, un empresario sueco. En 2014 se abrió el hotel de cinco estrellas en la parte del edificio que inicialmente estaba prevista para acoger vivienda de lujo y que es la que marca la fachada hacia la calle San Feliu. La última apertura ha sido la tienda de Rolex.
En el edificio anexo, también catalogado, hay abiertas una serie de oficinas y está previsto que se traslade allí en los próximos meses en consulado de Alemania en Palma. Ambos inmuebles cuentan con el nivel de protección B en el catálogo de edificios y elementos de interés histórico, artístico, arquitectónico y paisajístico de Palma, lo que impide alteraciones en sus fachadas. La última reforma sí consiguió hacer los grandes escaparates de las tiendas.
El apunte
Una venta en 1890 por 75.800 pesetas
Can Alomar surgió en las últimas décadas del XIX. Según la historiadora Aina Pascual, se levantó donde se ubicaba el casal de Can Thomàs, que había alcanzado sus momentos de esplendor tres siglos antes pero que llevaba años de decadencia por disputas familiares. En 1870 pasó a ser propiedad de Josep Sureda y se inició su reforma al tiempo que Cort llevaba a cabo la reforma que ampliaba el Born y que implicaba expropiar parte del inmueble original. Ese edificio fue derribado casi en su totalidad y se inició la construcción del actual, que fue adquirido por Pere Alomar, un empresario que había hecho fortuna en Puerto Rico. Estuvo en manos de él y sus herederos hasta 1972 y a principios del siglo pasado llevó a acoger una cervecería popular en la época.
En los archivos consta valorada en 36.000 pesetas en 1875. Quince años después, Alomar lo adquirió por 75.800, de los que 50 correspondían al precio del inmueble y el resto al pago de costas y distintos acreedores con derechos sobre la finca.