«No hay alternativa al turismo sostenible y estamos de acuerdo en que es el único modelo posible», ha afirmado este viernes la secretaria de Estado de Turismo, Rosario Sánchez, durante su intervención para concluir la III Cumbre de Destinos Sostenibles celebrada en el Hotel Zoetry Mallorca de Llucmajor. «La Isla tiene una situación privilegiada porque desde hace tiempo está ordenando el sector con diversas medidas, como el Impuesto de Turismo Sostenible; la limitación de llegada de cruceros; el decreto de la posidonia, que da oxígeno y permite que las aguas sean transparentes; la regulación vehículos en Formentera; o la lucha contra el turismo de excesos», ha comentado la representante del Gobierno central, defendiendo que Mallorca puede liderar la sostenibilidad turística en el conjunto de España. «La legislación balear es un ejemplo para el resto», ha señalado.
La importancia de garantizar la convivencia entre residentes y turistas fue uno de los argumentos más repetidos durante la jornada. Al respecto, Rosario Sánchez ha recordado, como ya había avanzado este diario, que trabajan en una encuesta para conocer la opinión de los ciudadanos de Baleares acerca de la masificación y con el objetivo de tomar medidas adecuadas. «No se entiende el turismo sin la gente que habita los destinos. Por eso, es importante identificar qué elementos debemos cambiar para centrar mejor las políticas públicas que desarrollemos», ha comentado la secretaria de Estado.
«En el Consell de Mallorca hemos apostado y escenificado una política de respeto máximo por la convivencia, es nuestro propósito y misión principal. Por todo ello, no podemos equivocarnos de enemigo en el turismo, debemos encontrar el equilibrio entre el residente temporal y el residente permanente, entre sentirse visitado y no invadido», ha asegurado el conseller insular de Turisme, Marcial Rodríguez. «El concepto que más se ha repetido estos dos días de cumbre es el de gobernanza pública, para asegurar una colaboración público-privada adecuada en el sector», ha insistido.
Con el respaldo y la presencia de miembros de la ONU, expertos y líderes de opinión del ámbito turístico, así como sectores afines, han debatido en esta tercera edición sobre experiencias, opiniones y proyectos que, aunque desde diferentes ámbitos, tienen un objetivo común: que el turismo sea elemento de cohesión, convivencia y progreso sostenible equitativo. «Hay prácticas desarrolladas en otros países que se pueden analizar para aplicarlas en Mallorca», según Rodríguez, que ha reiterado que la Isla debe liderar estos procesos de innovación estratégica y tecnológica para reducir el impacto turístico en el medio y la población local.
En los mismos términos se ha expresado la directora insular de Turisme del Consell, Susanna Sciacovelli: «Tenemos que encontrar la coexistencia entre el turista y el residente. Ese es el objetivo en el que trabajamos». Durante su intervención en un panel titulado ‘Hablar de sostenibilidad desde el corazón’, Sciacovelli ha expuesto las principales líneas de acción del gobierno insular. Por una parte, ha comentado que en mercados tan consolidados como el alemán, de donde llegan la mayoría de turistas a la Isla, ya no es necesario seguir haciendo promoción. «Allí ya nos conocen y lo que debemos hacer es enviar un mensaje de concienciación», ha dicho, para que cuando vengan a zonas como el Arenal o Magaluf «las cuiden como si estuvieran en su casa».
Además, la directora insular sostiene que en Alemania se debe mostrar la parte menos conocida de Mallorca, como la zona rural en la que se ubica el hotel que acogió la cumbre. Por el contrario, Sciacovelli sí que apuesta por mercados emergentes, como EEUU, Canadá o Asia, para «atraer turistas que ayuden a desestacionalizar». El director general de Turespaña, Miguel Sanz, ha destacado que tanto Mallorca como España ya trabajan en la sostenibilidad turística desde antes de la pandemia, que es cuando se ha intensificado este mensaje. «El modelo de Mallorca es al que debemos ir en el resto del país», ha aseverado.