Después de la tormenta llegó la calma. Y nunca mejor dicho ya que el aeropuerto de Palma ha retomado este sábado la normalidad tras tres días frenéticos en los que la DANA ha provocado que alrededor de 395 vuelos fueran cancelados, dejando a miles de pasajeros nacionales e internacionales en tierra.
El ambiente que se respira en la terminal de salidas es de absoluta tranquilidad y normalidad. Excesiva teniendo en cuenta que se trata de un sábado de mediados de agosto, en plena temporada turística, cuando la actividad aérea es la mayor en todo el año. No obstante para esta jornada se esperan alrededor de 1.000 movimientos en Son Sant Joan.
A pesar de que la zona de control de equipajes se encuentra abarrotada de gente esperando poder acceder a las terminales, tanto los pasillos como la explanada del parque que se encuentra frente a las aduanas, presentan una densidad moderada. No es el caso del hall del aeropuerto, donde centenares de personas se encuentran llevando a cabo el check in, esperando su vuelo o tomando algo en los bares de la zona.
AENA ha confirmado a este periódico que no se han llevado a cabo cancelaciones de vuelos durante la mañana y que los pocos retrasos presentados son los mismos que habría en una jornada cualquiera de esta época del año.
El ambiente que se respira entre los viajeros es de tranquilidad. En el solarium algunos turistas duermen sobre unas toallas, un padre juega a fútbol junto a su hijo pequeño con una pelota de playa, hay jóvenes comiendo con bocadillos y bebiendo de garrafas de agua. En esta zona del aeropurto muchos fuman tabaco bajo un cielo nublado y una temperatura extrañamente agradable para esta época del año. Y es que para este sábado se espera en Mallorca todavía algún chubasco disperso, pero no hay alertas de la AEMET activas.